#Españoles #Generación27 #Mujeres
Vine con el deseo de querer a las… y me han ido secando mi raíz gener… Entre turbias lagunas bogar veo a… Deja estelas de fango, al pasar, c… Y hablo así, yo que he sido venced…
Ancho es el mar; él ha de separamo… quedarán nuestras almas enlazadas. Como un último retrato, en nuestro… impresas lucirán nuestras miradas. El barco en que he de ir está en e…
No es aire lo que respiro, que es hielo que me está helando la sangre de mis sentidos. Tierra que piso se me abre. Cuanto miro se oscurece.
Se desprendió mi sangre para forma… Se repartió mi alma para formar tu… Y fueron nueve lunas y fue toda un… de días sin reposo y noches desvel… Y fue en la hora de verte que te p…
Ni me entiendo ni me entienden; ni me sirve alma ni sangre; lo que veo con mis ojos no lo quiero para nadie. Todo es extraño a mí misma,
No quiero la pipa curva, ni tu pañuelo bordado, ni las rosas –los domingos– ni el cestillo con pescado. Y, marcharé de este puerto
De este sueño malva y rosa que sueña el agua del río, se van rosando en la tarde las velas de mi navío. De las lejanías vengo.
Los brazos que te han llevado, no te dejan escapar para volver a mi lado. Nos separa un ancho mar de difíciles tormentas,
Si turbia la razón y roto el sueño paso a ser una sombra entre mortal… quede de mí la luz que ahora me gu… antes de ser mi sombra larga noche… Quede de mí la angustia y el anhel…
Alameda: guarda bien mis siete años primeros. Y los siete posteriores.
Me levanté hasta el sueño. En bus… de no sentir la herida que abrasab… Las duras flechas del dolor hicier… brotar en mí el clavel de nueva ll… Corriendo al par carrera con el vi…
El viento bate espadas de hielo. —No abriré la ventana— El viento decapita luceros.
Automóvil Una cantata de bocina. Gusano de luz por la calle sombría… Los ojos relucientes bajo la noche… Reptil de la ciudad que raudo se d…
Uno de esos instantes que se vive no se sabe en qué mundo, ni en qué… que no se siente el alma y que ape… se siente el existir de nuestro cu… mi corazón oyó que lo llamaban
Deslizándome en el agua hasta la Isla he venido. He vagado entre sus brisas. Y por su costa he corrido. Del mar salí llena de algas,