#Españoles #Generación27 #Mujeres
Alguien dijo que «la risa es la gran enterradora». Algo se me está enterrando porque río a todas horas.
Ni me entiendo ni me entienden; ni me sirve alma ni sangre; lo que veo con mis ojos no lo quiero para nadie. Todo es extraño a mí misma,
Me levanté hasta el sueño. En bus… de no sentir la herida que abrasab… Las duras flechas del dolor hicier… brotar en mí el clavel de nueva ll… Corriendo al par carrera con el vi…
Deslizándome en el agua hasta la Isla he venido. He vagado entre sus brisas. Y por su costa he corrido. Del mar salí llena de algas,
No es aire lo que respiro, que es hielo que me está helando la sangre de mis sentidos. Tierra que piso se me abre. Cuanto miro se oscurece.
Ancho es el mar; él ha de separamo… quedarán nuestras almas enlazadas. Como un último retrato, en nuestro… impresas lucirán nuestras miradas. El barco en que he de ir está en e…
Sobre la blanca almohada, más allá del deseo, sobre la blanca noche, sobre el blanco silencio, sobre nosotros mismos,
Todo, menos venir para acabarse. Mejor rayo de luz que nunca cesa; o gota de agua que se sube al ciel… y se devuelve al mar en las tormen… 0 ser aire que corra los espacios
Quisiera tener varias sonrisas de… y un vasto repertorio de modos de… O bien con la palabra, o bien con… buscar el hábil gesto que pudiera… Y al igual que en el gesto buscar…
Ven a mí que vas herido que en este lecho de sueños podrás descansar conmigo. Ven, que ya es la media noche y no hay reloj del olvido
Alameda: guarda bien mis siete años primeros. Y los siete posteriores.
Uno de esos instantes que se vive no se sabe en qué mundo, ni en qué… que no se siente el alma y que ape… se siente el existir de nuestro cu… mi corazón oyó que lo llamaban
Los brazos que te han llevado, no te dejan escapar para volver a mi lado. Nos separa un ancho mar de difíciles tormentas,
En una tarde, como tantas tardes, y en un gran parque de ciudad leja… para evadirse del rumor ajeno conmigo misma paseando estaba. Era el frescor intenso, se veían
De este sueño malva y rosa que sueña el agua del río, se van rosando en la tarde las velas de mi navío. De las lejanías vengo.