#Hondureños #Mujeres #SigloXX
Enfilada y firme espero la hora que desamarre todos los obstáculos y me aviente a los mares de la luc… con la alegre capacidad
El tiempo ha pasado sobre mi cuerp… y ha hecho que mis tobillos pierda… y los pasos se vuelvan lentos e in… que los días, las horas, vayan cer… y que sonámbula, me dejen transita…
Hoy, si acaso el mar existiera el mar sería un río negro. Hoy cuando yo digo mar es como si dijera sangre.
Afuera ruge el viento. Tu cabeza… en mis piernas. la noche se entretiene en ronda de… Aguas desbarrancadas cortan narcis… para adornar la tumba de tanto páj…
Si comienza a escribir un poema piensa de antemano en quién lo lee… Pus una rima es solamente una rima cuando alguien la comprende y sobr… ante todo y sobre todos,
Quisiera regalarte un pedazo de mi… hoy florecida como la primavera. Un relámpago de color que detuvier… —brazo de mar de olas inasibles — la ebriedad de mis pies frutales
Canción de pena, Lema que nadie descifrar pudiera, Ensueño obscuro, Mente entristecida, en un procelos… Bogando sin oriente,
Ahora no caminarás solitario porque yo caminaré contigo. La lucha nos habrá de tragar junto… y juntos iremos a la acción.
Insomnio del que escucha con qué golpe tan seco caen los cuerpos en la tierra. ¡Y cuántos están cayendo!
Amor salvaje. ¡Qué bien estás, desgarrándome toda! Amor salvaje. ¡Qué bien estás,
Afuera ruge el viento. Tu cabeza está en mis piernas. la noche se entretiene en ronda de… Aguas desbarrancadas cortan narcis… para adornar la tumba de tanto páj…
Queda, suave, evanescente me alejaré una noche, como una sonámbula que se siente atraída por la cara de la luna. Nadie oirá mis pasos, sutilmente
Madre o hermana mía, taciturna y h… que has hecho luminosa tu pobre so… que suavizaste el quejido y acalla… y ofreces a los tristes tu sombra… Quiero que me lleves en tu barca s…
Me acerqué silenciosa, temblando a… sin odios, sin rencores, sin penas… Llamé toda la noche y la luz de la… me sorprendió frente a ella, cansa… Vanas fueron mis súplicas e inútil…
Pudo ser. pero estaba la espina, eterna enemiga de la rosa. Y sola, sin orillas, la perdida corola de mi sueño.