#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
En este aposento que soy yo mi realidad (la cotidiana ... realidad)
Es simple nuestro amor sin estallidos como una de esas casas con helechos y alguna que otra rana
Estás vivo en mi pecho y sólo yo te siento. Eres el alquimista que transforma en poesía nuestro llanto.
Mi laberinto es circular voy cavando en el aire con los ojos clavados en la muerte que me bebe
No sé si con tu muerte has quedado a la zaga ¿eres recuerdo? o has dado un salto repentino
Cuando el amor se aja se marchita se te vuelve amarillo no hay remedio sólo te queda
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
¿Cómo será el encuentro? Descarnados los dos sin tu mirada sin mis labios posándose en los tuyos.
Soñé que era un ala desperté con el tirón de mis raíces.
Yo sin ti pero contigo llevando a cuestas tu muerte. Mi soledad y la tuya
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
No preciso conceptos. No más divagaciones ni teólogos discursos que anestesien mi herida. Tus palabras preciso,
Quiero ser todo en el amor el amante la amada el vértigo la brisa
Malogrados los ojos Oblicua la niña temerosa, deshechos los bucles. Los dientes, trizados. Cuerdas tensas subiéndome del cuel…
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.