#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Soñé que era un ala desperté con el tirón de mis raíces.
Creí pasar mi tiempo amando y siendo amada comienzo a darme cuenta que lo pasé despedazando
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Brilla el agua en mi piel y no la siento corre a chorros el agua por mi espalda
No preciso conceptos. No más divagaciones ni teólogos discursos que anestesien mi herida. Tus palabras preciso,
¿Cómo será el encuentro? Descarnados los dos sin tu mirada sin mis labios posándose en los tuyos.
Dame tu mano amor, no dejes que me hunda en la tristeza. Ya mi cuerpo aprendió
No pienses en mañana ni me hagas promesas ni tú serás el mismo ni yo estaré presente. Vivamos juntos la cima de este amo…
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos
Cada vez que te amo vida y muerte están presentes: amanecer y noche
Solos de nuevo solos sin palabras sin gestos sin adornos
Muero de a poco, amor no es la muerte sorpresa que deseaba la que libera y lanza
Porque aprendí a quererme puedo sangrar con tus heridas.
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
Una mirada a veces un gesto entorpecido una frase un olor el beso que al unirnos