Tengo tantas ideas sobre ti que no sé cómo empezar a ordenarlas, si prefieres empezare por decirte que mis noches de insomnio te las he dedicado y en una de esa me he preguntado si es posible sentir el sabor de tus manos y mi piel me ha respondido que sí, ella se ha justificado diciendo que sin tenerte cerca ha podido percibirte y que además su memoria táctil es tan precisa que incluso puede recordar esas pequeñas imperfecciones de tus manos deslizándose sobre ella, no obstante ha sido muy osada en comparar tus caricias con el roce del viento, además ha dicho que podría desvelarse toda una noche en tu piel o sobre tu piel o como prefieras, ha confesado que su cordura enloquece con tu descontrol, con todo esto he pensado que la piel es la única barrera entre lo tangible y lo intangible cuando dos mundos se encuentran y se reconocen, no tiene otro camino que ser tangibles por acción de lo intangible es algo proporcional a los besos, a los abrazos a las palabras pero no a cualquier palabra sino a esas que salen del alma y que conectan el sentir con la concordancia de los actos que en ese momento se hacen evidentes y no porque exista la casualidad si no porque todas las cosas del universo conspiran para que al fin dos mundos coexistan en espacio y tiempo y habiten la realidad que su alma desea, en algunos casos ese sentir es inversamente proporcional al alma, y directamente proporcional al ser es decir esa parte abstracta se materializa en un barniz único y diferente en cada persona pero al mismo tiempo es universal y todos poseemos la capacidad de sentir con el alma a través de la piel es como cumplir con los requisitos de un objetivo ¿Qué? ¿Como? ¿Para qué? el cual se traduce en VIVIR el ahora y el aquí y que la razones sobren falten o desaparezcan por que el sentir no entiende de razones ni de juicios sin sentido.