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MADRE

Madre

Madre
Y volaron alto los sueños...
se hiso un himno
la canción de cuna
y se derramó vientre
adentro la vida.
Comencé a amarlos
con un amor
que no conocía.
¡Hay que ser madre
para comprender
este amor!
Sólo una madre
tiene el don divino
de darse por entero
en las tristezas,
en las alegrías.
Mis hijos, una luna,
otro sol, son fulgor
de luz, en la  eternidad
de las horas.
La melancolía  en triste
nostalgia se esparce,
cuando me sacuden
sus ausencias.
Todo cambia cuando
llegan los hijos;
el universo se hace
más complejo,
la vida se enternece,
generoso el corazón
vibra en plenitud, ante
el beso más puro, antes
el abrazo más cálido.
Un amor que cruza fronteras,
y eterno se hace más allá
de la vida, más allá de las
ausencia...

Preferido o celebrado por...
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