El miedo de no ser amado.
Carmen Juliana
Te retumba en el pecho la inseguridad.
La reciprocidad precisa para construir tranquilidad.
Profundo entiendes que sin ella nada tienes para continuar.
Pues el amor sin reciprocidad solo puede finiquitar.
Te entregas sin pensarlo pues el corazón hace todo menos razonar.
Envuelto ya en el celofán de su típico engaño, no se tiene juicio ni para perdonar.
Si solo se pudiera entender que el autovalor decrece cuando no se sabe mirar.
Escoge bien, no te vayas a equivocar.
¿Qué sucedería sin esa reciprocidad?
A las malas tocaría entender que lo que no está no es.
A las malas tocaría entender que no es una imposición sino un regalo no apto para tres.
A las malas tocaría entender que el miedo de no ser amado se vive universalmente lleno de estrés.
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