¡Cuánto, Señor, te debo por todos los momentos en que pudiste hacerme sufrir y no lo hiciste! Las horas del dolor suman tiempos tan lentos que más que por la edad se enveceje por triste.
#Españoles #Mujeres (1947) Mi el en fin viento
Las miradas son árboles que se des… Hay que penetrar lo compacto, que taladrar el misterio para desc… cubierto de álamos, de olmos, de palmípedos cedros.
¡Cuán hermosa tú, la desvelada! Te lleva y te moldea dulce viento encima de jardines y de estatuas. Tu cuerpo es el de Venus en la or… eternamente mar dentro del alba.
¡Qué sorpresa tu cuerpo, qué inefa… Ser todo esto tuyo, poder gozar de… sin haberlo soñado, sin que nunca un ligero esperar prometiera la di… Esta dicha de fuego que vacía tu t…
Yo misma reclamando a los arcángel… ¿qué soy más que una voz descompas… La tierra suma tierras sin raíces, oscuros vendavales de tormentas... Los cuerpos van sin alma, son tan…
Es igual que reír dentro de una ca… sin el aire, ni oírte, ni saber a… Con gesto vas gastando la noche de… y yo te transparento: soy tú para… No se acaban tus ojos; son los otr…
Clavan su presencia palpitante sobre un oro cansado de ceniza, pájaros oscuros que se mecen en el dorso del agua estremecida. Silencios sus gargantas amontonan,
A mi me canta en el pecho un pájaro ruiseñor. A ti te canta en la boca el beso que te doy yo. Cuántas aves se reúnen
Hijo de la tierra, te arrojó el Jardín. Aunque veas sombras no quieras lucir. Tu madre era bella,
Declaro que se ha muerto y que su… está dentro de mí; soy su mortaja. A nadie se enteró porque su tránsi… descanso fue de locas esperanzas. Rodean el contorno de esta fosa
He vuelto por el camino sin yerba. Voy al río en busca de mi sombra. Qué soledad sellada de luna fría. Qué soledad de agua sin sirenas ro… Qué soledad de pinos ácidos, erran…
Porque el cuerpo, todo el cuerpo albergándole a la v… su oscura aunque preclara omnipote… siempre está aquí, estará siempre. Y quien ama y quien desea, quiere
Acércate. Junto a la noche te espero. Nádame. Fuentes profundas y frías avivan mi corriente.
Esos hombres del violín llevan su… como la vena firme de una canción… Van celándola dulces, con los ojos… todos brasa y suspiro del ensueño… diminuto rocío de aprisionadas flo…
Para nacerte otra vez, quiero que vayas delante de mis pasos por la tierra, que, aunque pequeña, es muy grande… Aquí estás acompañada
¡Gloria de tu hallazgo! Bautismo inicial de la primavera en oleaje de pájaros. Se movieron las selvas inefables. Se deshizo el otoño de sus plumas