Todo lo puede el cauce de un mar que envuelve las olas, i… sueños de magia, de reyes oriental… Palacios de hielo, o de cristal, d… no me acerco, esculpidos en las ro…
Las ideas más persistentes son las… proclives a resaltar, en un plan d… que arranca tan súbitamente como f… el testimonio aboga por una furtiv… de indefensos venados, es el hecho…
Desconocer al poeta es desconocer el mundo, y el poeta no conoce al… ni el mundo conoce al poeta, cual… azote de una pequeña ola a la oril… de mar y lluvia, un verso choca a…
Hay una mosca en mi cocina Y no la consigo echar Molesta la muy esquiva Cómo la podré aguantar Disparo flechas desde el suelo
Esquelas hasta las once de la noch… Yo me quiero morir de madrugada y que mañana macabros os enteréis. ¿Me permitirá Señor Esquelador un… licencia o más bien
Veo como siempre quise ver, con me… todo eterno. Indefenso ante lo ine… comprendiendo quizás a medias tu h… evitable veo. Como siempre quise h… Me gusta conversar con el espejo,…
Adrede las olas hieren al acantila… Adrede restallan como fuego. Y yo me enciendo de lluvia y de nubes.
Equipararse a un objeto valioso pero objeto, no al clarear de una mañana ni a la torcida luna, o al abejorro en el molesto zumbid… de los veranos que en las playas,…
En el huracán de brillos tanteo las preguntas que se responden sol… no es un concierto para delincuent… de la precisión, alguna vez en lo indescifrable se encuentra l…
Como llamar Que mejor nombre Que regalo Cuando desvalijan Impunemente mi privacidad
Girarse y hacer amigos es algo tan sencillo en una pantal… en un juego cualquiera de los, ¿cu… Morir con aspecto de monstruo en una pantalla, diezmado por
Como a una piedra lisa, como a la paja de un campo abrasado de sol, como al agua turbia de los charcos que mojan la tierra
facilidad de la conducción sino en el hecho de la constancia, con ello, al revés interesa más mezclarse entre el gentío de un bar y copa tras copa, dejar que el venenoso alcohol grite e...
Yo soy poeta, algo me hace distint… de esos que predican la realidad, que yo amo y sufro, por necesidad, es pues el mío un espíritu extinto… Y vago perdido en un laberinto
Se deja lanzar la flecha en manos del arquero como deseo de plumaje aguarda pacientemente, sosegado, este certero tirador,