Cuando, te arrojan a ellos. No queda otra que liderar la manada.
Desde muy pequeña comprendí, que caperuzita, fue probada en su coraje, nunca hay que temer a la manada, simplemente demuestra le, que tú mandas en ese bosque. Que tus mandíbulas son más fuertes y tus orejas, escuchan más rápido que un lince. Nunca temas a ese lobo, porque al final de cuentas, tú lo alimentas......
Retazos,de una infancia, dónde el lobo, sí temió de esa pequeña niña.
#Soy la loba