#Españoles #Mujeres
Yo era poeta labrador. Mi campo era amarillo y áspero. Todos los días yo sudaba y lloraba para ablandarlo. Tras de los bueyes, lentos, firmes…
Yo pasaré y apenas habré sido, —frágil destino de mi pobre arcill… Hijo, cuando yo no exista, tú serás mi carne, viva. Verso, cuando yo no hable,
Dadme un espeso corazón de barro, dadme unos ojos de diamante enjuto… boca de amianto, congeladas venas, duras espaldas que acaricie el air… Quiero dormir a gusto cada noche.
Cuando nace un hombre siempre es amanecer aunque en la a… la noche pinte negros cristales. Cuando nace un hombre hay un olor a pan recién cocido
Abre tus ojos anchos al asombro cada mañana nueva y acompasa en místico silencio tu latido porque un día comienza su voluta y nadie sabe nada de los días
¡Cuán vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor, perfume!… Flor, no: florezco. Exhalo sin mu… Me entregan la simiente: doy el fr… El agua corre en mí: no soy el agu…
A tiros nos dijeron: cruz y raya. En cruz estamos. Raya. Tachadura. Borrón y cárcel nueva. Punto en b… Si observas la conducta convenient… podrás decir palabras permitidas:
Contra el sucio oleaje de las cosa… yo apretaba la puerta. Mis dos man… resueltas, obstinadas, indomables, la mantenían firme desde dentro. Fuera, el naufragio; fuera, el cao…
Cuando caí de Ti a la dura tierra… cuando me hallé, caliente de tus m… desnuda y con gemido entre los hom… era tu propio aliento el que llena… mis frágiles pulmones encerrados
Yo no iba sola entonces. Iba llen… de ti y de mí. Colmada, verdecida, me erguía como grávida montaña de tierra fértil donde la simiente se esponja y apresura para el brot…
Siempre, cuando me despierto, sonrío y pienso: Hoy sucederá algo grande, maravilloso, perfecto; hoy se cumplirá sin duda
No aurora fue. Ni llanto. Ni un i… bebió la luz. Sus ojos no tuvieron color. Ni yo miré su boca tierna..… Ahora, ¿sabéis?, lo siento. Debisteis dármelo. Yo hubiera deb…
Ola cuajada en la piedra con espuma de romero, hasta tu desnuda cima me has levantado sin vuelo. Sobre tu lomo clavada
No quiero irme viviendo, irme muri… en este remolino de los días, ciegos de prisa, locos enredados, mordiéndose las colas, resbalándos… por rotas espirales de impaciencia…
A la orilla del río, en una orilla… miro la otra: juncos, hierva suave… troncos erguidos, ramas en el vien… cielo profundo, vuelos desiguales.… ¿Y esta orilla?... Mirarla, verla…