Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones y hubo un claro

Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón,

La lágrima fue dicha. Olvidemos el llanto y empecemos de nuevo, con paciencia,

Debajo del poema —laborioso mecánico—, apretaba las tuercas a un epíteto. Luego engrasó un adverbio, dejó la rima a punto,

Otro tiempo vendrá distinto a éste… Y alguien dirá: «Hablaste mal. Debiste haber cont… otras historias: violines estirándose indolentes

Si tuviésemos la fuerza suficiente para apretar como es debido un tro… sólo nos quedaría entre las manos un poco de tierra. Y si tuviésemos más fuerza todavía

Me falta una palabra, una palabra sólo. Un niño pide pan; yo pido menos. Una palabra dadme, una sencilla palabra que haga juego

Sí: la realidad propone siempre sueños… mas sólo uno entre muchos elige la… De quien madruga a verla, y no del sol,

Durante muchos siglos la costumbre fue ésta: aleccionar al hombre con historias a cargo de animales de voz docta, de solemne ademán o astutas tretas…

Esperanza, araña negra del atardecer. Te paras no lejos de mi cuerpo abandonado, andas

Yo sé que existo porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos,

Aquello. No eso. Ni —mucho menos—esto. Aquello.

Si yo fuese Dios y tuviese el secreto, haría un ser exacto a ti; lo probaría (a la manera de los panaderos

Cruzas por el crepúsculo. El aire tienes que separarlo casi con las… de tan denso, de tan impenetrable. Andas. No dejan huellas

Largo es el arte; la vida en cambi… como un cuchillo Pero nada ya ahora —ni siquiera la muerte, por su par… inmensa—