Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón,

Cuando estoy en Madrid, las cucarachas de mi casa protesta… La luz no las anima a salir de sus… y pierden de ese modo la oportunid… mi dormitorio,

Milagro de la luz: la sombra nace, choca en silencio contra las monta… se desploma sin peso sobre el suel… desevelando a las hierbas delicada… Los eucaliptos dejan en la tierra

Si tuviésemos la fuerza suficiente para apretar como es debido un tro… sólo nos quedaría entre las manos un poco de tierra. Y si tuviésemos más fuerza todavía

Cuando tengas dinero regálame un a… cuando no tengas nada dame una esq… cuando no sepas qué hacer vente co… —pero luego no digas que no sabes… Haces haces de leña en las mañanas

El otoño se acerca con muy poco ru… apagadas cigarras, unos grillos ap… defienden el reducto de un verano obstinado en perpetua… cuya suntuosa cola aún brilla haci…

Deja para mañana lo que podrías haber hecho hoy (y comenzaste ayer sin saber cómo)… Y que mañana sea mañana siempre; que la pereza deje inacabado

Yo lo noto: cómo me voy volviendo menos cierto, confuso, disolviéndome en aire cotidiano, burdo jirón de mí, deshilachado

Aquello. No eso. Ni —mucho menos—esto. Aquello.

Yo sé que existo porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos,

Una revolución. Luego una guerra. En aquellos dos años —que eran la quinta parte de toda mi vida—, ya había experimentado sensaciones…

Cuando el hombre se extinga, cuando la estirpe humana al fin se… todo lo que ha creado comenzará a agitarse, a ser de nuevo,

Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas. Mar de invierno. El agua gris mancha de frío las rocas. Tus piernas, tus dulces piernas,

Aquí paz, y después gloria. Aquí, a orillas de Francia, en donde Cataluña no muere todavía

Largo es el arte; la vida en cambi… como un cuchillo Pero nada ya ahora —ni siquiera la muerte, por su par… inmensa—