#Españoles (1961) Sin con convencimiento esperanza
Te llaman porvenir porque no vienes nunca. Te llaman: porvenir, y esperan que tú llegues como un animal manso
Aquello. No eso. Ni —mucho menos—esto. Aquello.
Entonces, en los atardeceres de verano, el viento traía desde el campo hasta mi call… un inestable olor a establo
Mi memoria conserva apenas solo el eco vacilante de su alta melodí… lamento de metal, rumor de alambre… voz de junco, también latido, vena.
Vosotras, piedras violentamente deformadas, rotas por el golpe preciso del cincel, exhibiréis aún durante siglos
Yo sé que existo porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos,
Milagro de la luz: la sombra nace, choca en silencio contra las monta… se desploma sin peso sobre el suel… desevelando a las hierbas delicada… Los eucaliptos dejan en la tierra
Cruzas por el crepúsculo. El aire tienes que separarlo casi con las… de tan denso, de tan impenetrable. Andas. No dejan huellas
El otoño se acerca con muy poco ru… apagadas cigarras, unos grillos ap… defienden el reducto de un verano obstinado en perpetua… cuya suntuosa cola aún brilla haci…
Sí: la realidad propone siempre sueños… mas sólo uno entre muchos elige la… De quien madruga a verla, y no del sol,
A veces, las palabras se posan sob… mariposa sobre una flor, y las rec… Sin embargo, cuando pienso tu nomb… a la palabra color, aroma, vida. ¿Qué sería tu nombre sin ti?
Deja para mañana lo que podrías haber hecho hoy (y comenzaste ayer sin saber cómo)… Y que mañana sea mañana siempre; que la pereza deje inacabado
Yo lo noto: cómo me voy volviendo menos cierto, confuso, disolviéndome en aire cotidiano, burdo jirón de mí, deshilachado
Le comenté: —Me entusiasman tus ojos. Y ella dijo: —¿Te gustan solos o con rimel? —Grandes,
Cuando estoy en Madrid, las cucarachas de mi casa protesta… La luz no las anima a salir de sus… y pierden de ese modo la oportunid… mi dormitorio,