Después de conocer al mundo
con sus propias manos,
se limitó a cerrar las orillas
de su boca,
y se presentaban
lágrimas en ella,
su dolor no sometía prestigios.
Su garganta acompañada de algo
tan seco como la garganta de un borracho.
Quizá se detenía el tiempo
cuando se hablaba de él,
quizá le egaron su cualidad magnífica,
pero siempre se mantuvo pérdida
entre las celdas que conocían
el infierno
y saboreaba tan solo los pocos
valores que venían de tal
inframundo.FZ.