a Adolfo Agustín Arnulphi
Te pregunté a dónde van tus pierna… porque ayer me dijiste que estaban… “no me acuerdo qué soñé” me dijiste. Los pájaros están cantando tan cer…
El orden de la naturaleza la disciplina del tiempo la piel en la tierra el follaje reverdecido y la firmeza en el pensamiento.
cuido mi casa por si entra un aire de vieja historia que pesa en el aire a la espera de un locutor
Hay olor a quemado y río salado lindando la casa. Amasé en la cocina un gualicho.
Tengo las antenas prendidas; unas cuantas certezas firmes, estr… también algunas incertidumbres —¡bienvenidas! que están para navegarse–
¿es esto el preludio de un amor canónico erigido —ni más ni menos— que por el absurdo?
Me decís te quiero con la cabeza e… tus ojos están como perdidos. miro tus labios siempre los miro. tienen forma como de mandarina.
Como dos astas maduras se cae mi conciencia profunda y sólo encuentro alivio en el reco… Por hoy, hay una mirada que no se perdió en…
me arrancaste un dolor antiguo que se movía por dentro punzándome la espina dorsal. Con tu canto, con las manos blandas
La vieja de al lado teje cejas gruesas y despeinadas para pegárselas a las muñecas que… guardadas en los armarios de las p… Dice que
Lunes kilométrico de crujir en las internas de inciertos y pieles perfumadas de un messenger de amor
qué rápido que se borran las imágenes los pasajes las ideas lo creado en los estados de ensoñación. Como los días de la vida entre los 20 y los 30 cuando la disfrutas un poquito nomás. ...
Mi piel y mis raíces se refugiaron… Dibujo-te con yuyos con rueditas y espirales toco-te las sienes con las yemas de mis dedos
Instrumentadora del aire que sórdida y putrefacta menstrúa el vívido e inmenso infortunio de ser
cuando la última palabra dicha soc… se escucha en eco y suena fea como mal dicha como si la boca que pronuncia fues… como si por la repetición perdiera…