#Españoles #Mujeres
Nunca te tengo tanto como cuando t… sabiendo de antemano que no puedo… Sólo entonces consiento estar enam… Sólo entonces me pierdo en la esma… de coches o tiovivos, cafés abarro…
Yo aguardo la señal para reconocer… Cada noche, mientras tiembla el in… y abatida la lluvia se derrama y el frío elige calles y restalla… indóciles cabellos de pronto destr…
Hubo un tiempo en el que el amor e… intruso temido y anhelado. Un roce furtivo, premeditado, reel… insoportables desvelos. Una confesión perturbada y audaz,…
Flores, pedazos de tu cuerpo; me reclamo su savia. Aprieto entre mis labios la lacerante verga del gladiolo. Cosería limones a tu torso,
Si recordaras, amor mío, qué es lo… seguras paredes de la espera. Si recordaras cómo ¡y qué cruelmen… oculta su puñalada de decepción. Si recordaras que, una vez que la…
Por qué mi carne no te quiere verb… por qué no te conjuga, por qué no… por qué desde las tapias no saltan… con tus significados y en miradas de azogue que no reve…
Bendita sea tu pureza, y eternamente sea vivificada desde el sufrimiento del mundo, desde la grandeza, desde el amor d… desde toda criatura y sus voces.
Dulce corazón mío de súbito asalta… Todo por adorar más de lo permisib… Todo porque un cigarro se asienta… y en sus jugosas sedas se humedece… Porque una camiseta incitante seña…
Hay sueños que no mueren. Se empe… en ser sueños. Ajenos a la comba de la esfera y a las operaciones de los astros, trazan su propia órbita inmutable
Y qué encantadora es tu inexperien… Tu mano torpe, fiel perseguidora de una quemante gracia que adivina… en el vaivén penoso del alegre ant… Alguien cose en tu sangre lentejue…
Despiadada belleza, me aniquilas. La luz roza en tu carne mi desiert… mi camino de sed, mi pasión incesa… de hermosura. A escondidas te admi… Aterrada contemplo el universo
La poesía dice: tú o yo. Pero no… Dice tú o yo, pero es tú y yo y él… y todos y cada uno nosotros, pues en cada pronombre hay una sum… Multitud de identidades se compren…
El más encantador instante de la t… tras el anaranjado visillo primoro… Y en la mesita el té y un ramillete, desmayadas rosas, y en la otomana de rayada seda,
Escapémonos, huyamos a los cómplic… días de la niñez. Perdámonos inerm… por los intensos vértigos de la pi… Confundidos, al no encontrar los n… para tanto esplendor, inventaremos…
Apoyar la frente enfebrecida en la nublada celosía del confesionario. Enumerar los inasibles recorridos de la serpiente. Buscar un nombre para hacer cada crimen discernible. Dibujar las...