#Colombianos (1973) Gaviero Maqroll Summa de el
Escucha Escucha Escucha la voz de los hoteles, de los cuartos aún sin arreglar, los diálogos en los oscuros pasill… alfombra escarlata
Vengo del norte, donde forjan el hierro, trabajan l… hacen las cerraduras, los arados, las armas incansables, donde las grandes pieles de oso
Voz del exilio, voz de pozo cegado… voz huérfana, gran voz que se leva… como hierba furiosa o pezuña de be… voz sorda del exilio, hoy ha brotado como una espesa san…
Cuando de repente en mitad de la vida llega una palabra jamás antes pronunciada, una densa marea nos recoge en sus brazos y comienza el largo viaje entre la magia recién iniciada, que...
Bandera de ahorcados, contraseña de barriles, capitana del desespero, bedel de sodomía, oscura sandalia que al caer la tarde llega hasta mi hamaca. Paso a paso la noche va enfriand...
Otra vez el tiempo te ha traído al cerco de mis sueños funerales. Tu piel, cierta humedad salina, tus ojos asombrados de otros días, con tu voz han venido, con tu pelo…
Después de tanto tiempo, vastas ed… siglos, migraciones allí sorprendi… frente al vocerío de las aguas sin… y asentadas en su espera hasta confundirse con el polvo cal…
La fiebre atrae el canto de un páj… y abre caminos a un placer insacia… que se ramifica y cruza el cuerpo… ¡Oh el infructuoso navegar alreded… donde las mujeres ofrecen al viaje…
Esta noche ha vuelto la lluvia sob… Sobre las hojas de plátano, sobre las altas ramas de los cámbu… ha vuelto a llover esta noche un a… que crece las acequias y comienza…
Un llanto, un llanto de mujer interminable, sosegado, casi tranquilo.
Un cardo amargo se demora para sie… ¡oh Detenido! Pesado cada uno de tus asuntos no perteneces ya a lo que tu inter… Ahora inauguras la fresca cal de t…
Que te acoja la muerte con todos tus sueños intactos. Al retorno de una furiosa adolesce… al comienzo de las vacaciones que… te distinguirá la muerte con su pr…
Casi al amanecer, el mar morado, llanto de las adormideras, roca vi… pasto a las luces del alba, triste sábana que recoge entre aso… la mugre del mundo.
Respira la noche, bate sus claros espacios, sus criaturas en menudos ruidos, en el crujido leve de las maderas, se traicionan.
Cada poema un pájaro que huye del sitio señalado por la plaga. Cada poema un traje de la muerte por las calles y plazas inundadas en la cera letal de los vencidos.