#Argentinos #SigloXIX #SigloXX
Ayer me diste una flor, una flor a mí, señora, que no consagré una hora ni al más poderoso amor. ¿Flores a mí? ¡si es mejor!,
Quiero ser las dos niñas de tus oj… las metálicas cuerdas de tu voz, el rubor de tu sien cuando meditas y el origen tenaz de tu rubor. Quiero ser esas manos invisibles
Si te postran diez veces, te levan… otras diez, otras cien, otras quin… no han de ser tus caídas tan viole… ni tampoco, por ley, han de ser ta… Con el hambre genial con que las p…
De compasivos canes escoltado, sobre un bloque de piedra de la ví… zozobrante, vencido, en agonía, un siervo del Señor cayó postrado. Cual desgranada, mísera mazorca
Le aserraron el cráneo; le estrujaron los sesos, y el corazón ya frío le arrancaron del pecho. Todo lo examinaron
Te argüirán, entre muecas desdeños… los nenitos, de Juan el carpintero… que sería más útil un obrero si ambas manos tuviese habilidosas… Y después de soltar tan graves cos…
Tú eres joven, como un lirio de lo… que recién abre su cáliz, ¡que recién! los cendales candorosos de sus pét… suelta al viento de la aurora...
Humilde como el voto del creyente, bendito como el angel de mi guarda… tímido, solitario, romancesco, fe y esperanza. II
Ayer te vi... No estabas bajo el… de tu tranquilo hogar ni doblando la frente arrodillada delante del altar, ni reclinando la gentil cabeza
La montaña que tiembla, porque sie… germen de cataclismo en sus entrañ… el huracán que gemebundo emigra quién sabe a qué región y qué dist… el mar que ruge protestando airado
¡Salud, primavera, princesa encant… saludo engrandecido las gasas de t… ya orlan tus vestidos el argentino… ¡Salud, reina galana que el trópic… En la triunfal carroza que llegas,…
Obrera sublime, bendita señora: la tarde ha llegado también para vos. ¡La tarde, que dice:
Como una sola estrella no es el ci… ni una gota que salta, el Océano, ni una falange rígida, la mano, ni una brizna de paja, el santo su… tu gimnasia de jaula no es el vuel…
Agrupándose ligeras vienen nubes tenebrosas, y montañas espantosas en el cielo acongojado de sus senos, derramado
Los que viertan sus lágrimas amant… sobre las penas que no son sus pen… los que olvidan el son de sus cade… para limar las de los otros antes; los que van por el mundo delirante…