(fragmento Ix)
#Argentinos #SigloXIX #SigloXX
Bajo la curva de la noche, fúnebre… sobre la arena del desierto, cálid… se conturba la mente del proscript… su pie desnudo, vacilante, marcha; y allá en la curva fúnebre del cie…
¡Salud, primavera, princesa encant… saludo engrandecido las gasas de t… ya orlan tus vestidos el argentino… ¡Salud, reina galana que el trópic… En la triunfal carroza que llegas,…
Si te postran diez veces, te levan… otras diez, otras cien, otras quin… no han de ser tus caídas tan viole… ni tampoco, por ley, han de ser ta… Con el hambre genial con que las p…
Ser bueno, en mi sentir, es lo más… y concilia deber, altruismo y gust… con el que pasa lejos, casi adusto… con el que viene a mi, tierno y hu… Hallo razón al triste y al insano,
Ayer te vi... No estabas bajo el… de tu tranquilo hogar ni doblando la frente arrodillada delante del altar, ni reclinando la gentil cabeza
Cuando se haga en ti la sombra; cuando apagues tus estrellas; cuando abismes en el fango más hed… más maligno, más innoble, más maca… más de bestia, más de carcel,—
Al clásico del compás establecido para cantar las cosas soberanas: invocando al amor y al buen sentid… musas que deben ser hermanas: sin temer ni a la crítica del ruid…
Yo soy flor que se marchita al sol de la adversidad, el arbolito en mitad de la llanura infinita. La paloma, pobrecita
En pos de su nivel se lanza el río por el gran desnivel de los breñal… el aire es vendaval, y hay vendava… por la ley del no fin, del no vací… la más hermosa espiga del estío
Te argüirán, entre muecas desdeños… los nenitos, de Juan el carpintero… que sería más útil un obrero si ambas manos tuviese habilidosas… Y después de soltar tan graves cos…
Como la lluvia copiosa sobre el su… como rayo de sol sobre la planta, como cota de acero sobre el pecho, como noble palabra sobre el alma, para los hijos
Esta vida mendaz es un estrado donde todo es estólido y fingido, donde cada anfitrión guarda escond… su verdadero ser tras el tocado: No digas tu verdad ni al más amado…
Si en vez de las estúpidas pantera… y los férreos, estúpidos leones, encerrasen dos flacos mocetones en la frágil cárcel de las fieras: No habrían de yacer noches enteras
Le aserraron el cráneo; le estrujaron los sesos, y el corazón ya frío le arrancaron del pecho. Todo lo examinaron