Como la lluvia copiosa sobre el su… como rayo de sol sobre la planta, como cota de acero sobre el pecho, como noble palabra sobre el alma, para los hijos

Ser bueno, en mi sentir, es lo más… y concilia deber, altruismo y gust… con el que pasa lejos, casi adusto… con el que viene a mi, tierno y hu… Hallo razón al triste y al insano,

Como del fondo mismo de los cielos el sol eterno rutilante se alza, como el seno turgente de una virge… al fuego de la vida se dilata: Así radiosa,

Tú eres joven, como un lirio de lo… que recién abre su cáliz, ¡que recién! los cendales candorosos de sus pét… suelta al viento de la aurora...

Le aserraron el cráneo; le estrujaron los sesos, y el corazón ya frío le arrancaron del pecho. Todo lo examinaron

Bajo la curva de la noche, fúnebre… sobre la arena del desierto, cálid… se conturba la mente del proscript… su pie desnudo, vacilante, marcha; y allá en la curva fúnebre del cie…

Velado por fulíginos elásticos de… con galas y atavíos y aromas turba… de ignotos lares llega con áureas… el príncipe verano, custodiado de… ¡Salud, príncipe indigno, laureola…

Si te postran diez veces, te levan… otras diez, otras cien, otras quin… no han de ser tus caídas tan viole… ni tampoco, por ley, han de ser ta… Con el hambre genial con que las p…

No te des por vencido, ni aún venc… no te sientas esclavo, ni aún escl… trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya mal herido. Ten el tesón del clavo enmohecido

Ayer me diste una flor, una flor a mí, señora, que no consagré una hora ni al más poderoso amor. ¿Flores a mí? ¡si es mejor!,

De compasivos canes escoltado, sobre un bloque de piedra de la ví… zozobrante, vencido, en agonía, un siervo del Señor cayó postrado. Cual desgranada, mísera mazorca

La montaña que tiembla, porque sie… germen de cataclismo en sus entrañ… el huracán que gemebundo emigra quién sabe a qué región y qué dist… el mar que ruge protestando airado

Como una sola estrella no es el ci… ni una gota que salta, el Océano, ni una falange rígida, la mano, ni una brizna de paja, el santo su… tu gimnasia de jaula no es el vuel…

Jesús de Galilea Para mí no eres Dios, Eres sólo una idea De la que marcho en pos. No me humillo ni ruego

Nocturno canto de amor que ondulas en mis pesares, como en los negros pinares las notas del ruiseñor. Blanco jazmín entre tules