1986
Estás, aunque tu ausencia me lo ni… fresca a mi vista y frágil a mi ta… engaño de visión y de contacto vana es mi realidad, pura mi entre… Peco de insensatez, palabra y acto…
Hemos traído la casa a habitar este sitio de dos metros… Manos amadas, tuyas laceradas y fuertes de Madre compasiva
Noche, silencio, derredor oscuro única luz, pequeño sol, candela cómplice luminosa se desvela junto al que escribe absorto, sin… Es nocturna deshora y un conjuro
Rueda de la fortuna girando tantas… con sus vueltas de noria como una… nuestro libre albedrío la marcha n… en un rotar la vida nos prodiga es… Echamos nuestras redes pero muy po…
Ella, con su mirada fija, su media sonrisa, sus palabras escasas que apenas insinúan su pensamiento. Ella que deja a mi imaginación tormentosa armar las piezas que me faltan para descif...
Tu boca cerrada la nada me evoca. No invoca
Lo conozco, es de mar su espíritu esta preso anclado en… La edad, el desempleo lo ha varado como un albatros de alas fatigadas, suspirando sus…
Perderte y subsistir me ha mutilad… mitad de mí carente de sentido, “olvida” me dirás, ¿cómo te olvido si hay un “dolor fantasma” de tu l… Mi sombra en la pared sola, privad…
La mujer del cuadro me mira con seductores ojos fijos. Adquirí la fotografía en “El lugar de los hallazgos”, el sitio incomparable donde uno se adentra con la morbosa inquietud de no sa...
Tu corazón: joya irrepetible fugada en siderales eventos, refugiada en tu pecho cálido.
Pequeña niña cruel, inexorable no sabes cuánto hieres con tus ris… tu indiferencia, tu candor, tus pr… No sabes cuánto hieres por amable. Porque tu sonrisa parece un desliz
(Al abrirse el telón, un aposento en penumbras donde una luz discreta ilumina al centro una mesa, un hombre de aspecto indigente sentado en una silla con un vaso, muchas botellas llenas...
Diste forma al metal, tus fuertes… moldeaban cada pieza de una puerta o ventana, que con tu mano experta forjabas con amor y martillazos. Doblabas hierro, pero tus abrazos
Tal vez un caracol sin lentitud pasmosa. Llevar mi hogar como una alforja,… Alternativa de nómada aspirante
Acabo de ver a Ramón López Velarde caminando por Avenida Álvaro Obregón, vestido de poeta, todo un dandy; quiero creer que me sonrió al pasar antes de entrar a su aposento. Seguí camin...