#Argentinos #Mujeres #SigloXX #Suicidio
Buscando raíces de alas la frente se le desplaza a derecha e izquierda.
A pesar de mí misma te amo; eres t… como hermoso, y me dice, vigilante… «¿Para esto elegías? Gusto bajo e… no te vendas a nada, ni a un perfi… Y me dicta el deseo, tenebroso y p…
Por sobre todas las cosas amo tu alma. A través del velo de tu carne la veo brillar en la oscuridad: me envuelve, me trasforma, me satura, me hechiza. Entonces hablo para sentir que exi...
Señor, Señor, hace ya tiempo, un… soñé un amor como jamás pudiera soñarlo nadie, algún amor que fuer… la vida toda, toda la poesía. Y pasaba el invierno y no venía,
Oh mar, enorme mar, corazón fiero De ritmo desigual, corazón malo, Yo soy más blanda que ese pobre pa… Que se pudre en tus ondas prisione… Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Buenos Aires es un hombre Que tiene grandes las piernas, Grandes los pies y las manos Y pequeña la cabeza. (Gigante que está sentado
Yo seré a tu lado, silencio, silen… perfume, perfume, no sabré pensar, no tendré palabras, no tendré dese… sólo sabré amar. Cuando el agua caiga monótona y tr…
El rosal en su inquieto modo de fl… va quemando la savia que alimenta… ¡Fijaos en las rosas que caen del… Tantas son que la planta morirá de… El rosal no es adulto y su vida im…
Tristes calles derechas, agrisadas… por donde asoma, a veces, un pedaz… sus fachadas oscuras y el asfalto… me apagaron los tibios sueños prim… Cuánto vagué por ellas, distraída,…
Pudiera ser que todo lo que en ver… no fuera más que aquello que nunca… no fuera más que algo vedado y rep… de familia en familia, de mujer en… Dicen que en los solares de mi gen…
Oh, tú que me subyugas. ¿Por qué… ¿Por qué has venido ahora cuando e… Cuando rosas no tengo para hacerte… Una alegre guirnalda salpicada de… Oh tú, de la palabra dulce como el…
Por diez centavos lo compré en la… y vendiómelo un ángel desgarbado; cuando a sacarle punta lo ponía lo vi como un cañón pequeño y fuer… Saltó la mina que estallaba ideas
Quisiera esta tarde divina de octu… pasear por la orilla lejana del ma… que la arena de oro, y las aguas v… y los cielos puros me vieran pasar… Ser alta, soberbia, perfecta, quis…
Morir como tú, Horacio, en tus ca… y así como en tus cuentos, no está… un rayo a tiempo y se acabó la fer… Allá dirán. No se vive en la selva impunemente…
El día que me muera, la noticia ha de seguir las práticas usadas, y de oficina en oficina al punto por los registros seré yo buscada. Y allá muy lejos, en un pueblecito