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hace tiempo que el cielo llora por mí
miro el cielo gris
con la esperanza de atisbar el Sol .
 
no es que quiera un día soleado,
al contrario,
lo espero para irme con él,
en su crepúsculo.
 
crepuscular adiós
 
irme con la noche para no volver jamás,
desaparecer,
                      caer
como rocío y evaporarme al día siguiente
no conozco otra forma
en la que pueda decirte                     adiós.
Adiós, interminable adiós.
 
las noches se hacen largas,
enrollado en sábanas
veo las volutas del cigarrillo
envidio cómo desaparecen
envidio cómo se consume por completo mi tabaco
envidio cómo desaparece las cosas.
 
todo parece tener la cualidad de desintegrarse,
menos yo.
 
mientras tanto, tu imagen
fija,
inevitable, inmutable.
Perpetua,
inexorable.
 
¿será que no te dejo ir?
sin embargo,
soy yo quién se quiere marchar.
 
dejar de ser instante
y que los minutos
no se claven más mi cuerpo
 
busco algún rincón de mi casa
pero no quepo en ninguno,
las cosas se empequeñecen
tu recuerdo se agiganta.
Ya no lo puedo sostener con mis manos.
 
no existe nadie a quién pasar esta antorcha
no hay meta alguna,
no diviso horizonte,
soy uno más en esta inmensa Ciudad
con la mirada perdida
busco en cada esquina verte pasar.

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