Noviembre /07/2014
La cigüeña se aferra a su alto nido y mira airosa. Son sus potentes alas amparo de su prole.
Bajo la luna, las gotas de rocío, ¿turban mi sueño?
Cuando el instante, la casualidad o el amor se acoplan; entonces, viviremos, entonces, ¡Naceremos!
Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!
En hoguera de melancolía hundo mis manos, y comienzo un intenso conjuro entre mi alma y yo.
Los dos jamás podrán brillar unidos. El sol no sabe que para que haya luna, debe irse con la noche.
¿El primer beso? fue el bello despertar de la inocencia .
Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.
En mármol frío reposan estos versos. Dejad que el viento me lo cuente al entrar por la ventana.
Su rostro pálido y curtido con profundas arrugas, endurecían su semblante, poniéndole una máscara a su realidad. Cada día, reunía los céntimos recaudados para tomarse un café en el bar ...
Así, se nos va la vida. Así, nos llega la muerte...
¡Ella no sabía! que esa frustración la llevaría consigo tanto tiempo. Una inesperada y dolorosa
¡Linda es la vida! En un mundo de penas, siempre habrà flores.
Fresca y ligera te refugias del sol y del mal viento. Con tu belleza húmeda, esparces la pureza.
Cuando sonríes, crece lo más sublime y...nacen rosas.