Abril /14/2016
Amo a la brisa, quiero abrazarla siempre. Mis brazos sufren en el intento y caen desolados, vacíos...
Marqué en la arena los instantes vividos con añoranza. Y fue el viento travieso quien guardó mis memorias.
Así, se nos va la vida. Así, nos llega la muerte...
Partiste en la madrugada de una extraña noche de verano, sin embargo, ese calor agobiante llegaba a mí colmado de frío, un frío de incertidumbre que me hacía temblar mientras te miraba....
Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza
Guardó su amor en barco de papel, y se perdió.
Los sentía tan cerca, que sus corazones latían junto al mío y sus risas... sus risas
Las pequeñas cosas, las simples, muchas veces generan poesía, gener… generan, el éxtasis de la mirada y… y nos hacen expresar con alegría lo que significa
Enlazadas nuestras tristes manos atravesamos la gran ciudad, sería nuestro último verano para enfrentar la realidad. Llegaste a tu morada final
Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.
Por densa selva, vuela sobre su sombra, un colibrí.
¡Qué solitarias emergen las espigas de entre las ramas! Entre nubes, sus largos tallos al sol invocan.
Cuando me abrazas, la vida se detiene. Es el consuelo de unir nuestros latidos y entregarnos los dos.
Abro mis ojos, miro el amanecer. Siento el aroma de la mañana y digo: ¡desperté!, soy feliz.
—Acércate hijo, ven, pon tu manito en mi vientre. Aquí, mira, aquí dentro está tu he… ¿Vamos a dibujarla tú y yo? le dije dándole un beso.