No, mi señor...
¡No, mi Señor, los pájaros, gaiteros de mi fundo,
callar dejéis por duelo cuando aquél día llegue;
No, mi señor, tú déjalos, que anuncien mi despegue
con estentóreo silbo; con estro muy profundo!
¡No, mi Señor, los pájaros, gaiteros de mi fundo,
callar dejéis por duelo cuando a la paz me entregue;
No, mi señor, tú déjalos, que su rapsodia niegue,
que mi palabra muere si yo abandono el mundo!
¡No, mi Señor, los pájaros que anidan en la rama
partir dejéis del árbol y emigren con su canto;
pues musicando viven, gozosos por la vida!
¡No, mi Señor, los pájaros por quien, la luna, clama,
callar dejéis por duelo cuando me cubra el manto;
pues sus gargueros templan en loor a mi partida.
