Poemario: Aquí y en todas partes
Tenía un submarino en el brazo y me hizo pensar en sumergirme y navegar, a la par estaba vertiendo agua del tejado, suponiendo que eran tejas porque eran plásticos imitando un techo, ese fluir de la lluvia me evocaba a un viaje donde las corrientes eran las guías de saber hacia donde me dirigía aquel camino, porque ciertamente las rutas eran todas.
Tenía un submarino en el brazo y una maleta tan grande que cabían todos los países en los que había estado, ¿tendría Chile, Perú, Panamá, Uruguay?, ¿qué ciudad tendría en sus bolsillos?.
Tenía un submarino en el brazo y eso lo convertía en un navegante.
Tenía un submarino en el brazo y yo quise tener uno en mi brazo, quise tener en mi maleta a Chile y México.
Recordé a que huelen los viajes, quise tener mis zapatos desgastados de tanto caminar, quise tener ojeras de búsqueda en cualquier lugar pretendiendo que no sé que busco cuando se que es a mí, quise hablar con desconocidos como leer libros recomendados, quise que se me pusiera la piel roja con el sol, quise navegar y ser navegante.
Tenía un submarino en brazo y quise ser un submarino, horizontal, horizonte.