De «Leyes mudas de la mano alzada»
El polvo carcome las que fueron nu… las abraza, las babea, les sorbe l… Polvo vampiro, te veo en el aura n… veo como alzas el vuelo blando, de… sin penitencia, saciado, riendo ra…
Cuando el poeta se queda solo la tierra tiembla. Tiemblan juntos… No se sabe si por lo mismo o por todo lo contrario.
lo bueno de que toda la industria… esté más encochinada que la de las… la farmacéutica, aunque la otra ta… es que si usted, hombre de corta e… recibe el balón y está inspirado p…
En algún lugar sin nombre, sin mapa, estoy esperándome. El lugar es adentro de mí y cada vez se aleja más de donde e…
Recordé que estoy hecho de barro y me dejé moldear por el viento. Me convirtió en una vasija y me llenó de él pero no pudo carg…
la ley que aplica para
Juegos de los fuegos artificiales… Rapapolvos amangualados de los uni… Mutismo por miedo a sucumbir indig… Indolencia del régimen con el rest… Fronteras intangibles en la estrat…
—¿Qué libros me recomiendas leer? —Todos.
Discípula inequívoca matando a una… Hija perfecta salvando a hijos imp… Hermana pública multiplicando por… Contravención de estatutos natural… Lógica de las hormonas futuristas…
Para qué un poema extenso si la vida dura un verso.
Por fin lo descubrí: el mundo es una ruleta rusa, y nosotros la bala.
La veo acercarse, por mí. Sin traje de gala arrima, sin armas. De albo fulgoroso viste sus negras empresas. La veo cada noche, en mi cama,
Descubrieron un planeta similar a… Pobre, no sabe lo que le espera.
—¿Cómo se llama esto? —Mar. —¿Y para qué sirve? —Para irse.
Desperté afuera de Borges para si…