Irse
Tengo una soledad tan grande y la casa está tan fría. Las paredes me echan, la cama me rechaza.
Estoy cargado de abrigos. Quieto, quieto todo el día.
El comedor está lleno de bolsas mudanceras, la galería del fondo también.
No hay donde entibiarse un rato al sol. Todo me mira con desconfianza.
Tengo una soledad tan grande; se parece a la muerte entrando por el músculo, quedándose en el hueso.
Acá está, tomándome por entero.
Si te tuviera por un rato, haciendo las pavadas que hacés; ¡cómo lo cambiarías todo! Todo lo cambiarías.
El auxilio que tu boca me daría, tus manos, tus payasadas, tus pies bajo las mantas, tu sexo.
¡Auxilio!
drf