Sara Iglesias Casadel artísticamente conocida como Sara de Ibáñez, cuyo apellido tomó de su marido, fue una poeta uruguaya (Chamberlain, Tacuarembó, 10 de enero de 1909 – Montevideo, 3 de abril de 1971), conocida cariñosamente como Gran Sara por escritores como Octavio Paz. Fue reconocida entre otros premios por el Premio de la Academia Nacional de Letras y por el Premio Nacional de Literatura en 1972. Vivió de niña en Chamberlain, departamento de Tacuarembó, hasta que su familia se mudó a Montevideo. Fue profesora de enseñanza secundaria desde 1945. Se casó con el también poeta Roberto Ibáñez. La pareja tuvo tres hijas, Ulalume, Suleika y Solveig, que también se convirtieron en escritoras. Ulalume se trasladó a México donde, bajo el nombre de Ulalume González de León, desarrolló una brillante carrera como poeta, traductora, ensayista y editora. Sara de Ibáñez se destacó por tener una vida recogida y privada.2 Comenzó a escribir de niña, aunque no publicó un libro hasta cumplidos 30 años. Todos sus libros recibieron premios en Uruguay, además de dos póstumos. Sara tenía por costumbre escribir dos libros a la vez al igual que hacía su marido; cada uno era diferente en tema y estructura. En vida fue aclamada por varios poetas contemporáneos, como Pablo Neruda, quien prologó uno de sus libros, comparándola con Sor Juana Inés de la Cruz, Gabriela Mistral y María Luisa Bombal, y expresó su admiración por sus poesías en varias ocasiones. Mistral también citó a Ibáñez, de su poesía misteriosa y de significados profundos,2 Jules Supervielle alabó su conocimiento de la poesía occidental, especialmente del simbolismo francés, y así Vicente Aleixandre, Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Cecilia Meireles, Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, Josep Carner, Rafael Alberti, León Felipe, Octavio Paz, Amado Alonso, Emilio Noulet entre otros. Estilo y temas Sara de Ibáñez destaca por su poesía misteriosa y casi hermética, de cierta tradición barroca, e ideas claras y descarnadas. Su hermetismo causa, sin embargo, dificultades de interpretación que hacen accesibles sus escritos tan sólo a minorías cultas. Mostró en muchas ocasiones los temas del suicidio y de las batallas. Su obra se caracteriza por la angustia de la existencia, el desamparo, la muerte, el amor, la autoaniquilación de la humanidad y la relación hombre-Dios. En menor medida, trata el sentimiento patriótico (Canto a Montevideo) y la condena a la guerra (Hora ciega). Sus libros más representativos son La batalla y Apocalipsis. Se ha notado un gusto por la simetría, iniciando varios versos de la misma manera o estableciendo reglas de palabras antónimas. Buscaba la perfección técnica y la pureza y transparencia de las imágenes. Llegó a ser una maestra de la métrica y el ritmo. Poemarios * Canto (1940). * Canto a Montevideo (1941). * Hora ciega (1943). * Pastoral (1948). * Artigas (1951). * Las estaciones y otros poemas (1957). * La batalla (1967). * Apocalipsis 20 (1970). * Canto póstumo (1972). Poemas Un ejemplo de su obra es el poema "Quisiera abrir mis venas...". Quisiera abrir mis venas bajo los durazneros, en aquel distraído verano de mi boca. Quisiera abrir mis venas para buscar tus rastros, lenta rueda comida por agrias amapolas. Yo te ignoraba fina colmena vigilante. Río de mariposas naciendo en mi cintura. Y apartaba las yemas, el temblor de los álamos, y el viento que venía con máscara de uvas. Yo no quise borrarme cuando no te miraba pero me sostenías, fresca mano de olivo. Estrella navegante no pude ver tu borda pero me atravesaste como a un mar distraído. Ahora te descubro, tan herido extranjero, paraíso cortado, esfera de mi sangre. Una hierba de hierro me atraviesa la cara... Sólo ahora mis ojos desheredados se abren. Ahora que no puedo derruir tu frontera debajo de mi frente, detrás de mis palabras. Tocar mi vieja sombra poblada de azahares, mi ciego corazón perdido en la manzana... Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Sara_de_Ibáñez
Amanda Berenguer (24 de junio de 1921, Montevideo - 13 de julio de 2010, idem.) fue una poetisa uruguaya. Académica de Honor de la Academia Nacional de Letras del Uruguay (2006). Miembro de la generación del 45. Casada en 1944 con el escritor José Pedro Díaz. En 1986 recibe el premio "Reencuentro de Poesía" organizado por la Universidad de la República por "Los signos sobre la mesa. Ante mis hermanos supliciados". La dama de Elche (1987) recibe el primer premio en la categoría Poesía del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Municipal de Montevideo. La segunda edición de La dama de Elche, en 1990, recibe el Premio Bartolomé Hidalgo, que entrega la Cámara Uruguaya del Libro de Uruguay.
Carmen Conde Abellán (Cartagena, 15 de agosto de 1907 - Madrid, 8 de enero de 1996) fue una poeta, narradora e intelectual española. En 1931 fundó, junto con Antonio Oliver Belmás, la primera Universidad Popular de Cartagena. Fue la primera académica de número de la Real Academia Española; pronunció su discurso de entrada en 1979.
Carmen Alardín (Tampico, Tamaulipas, 5 de julio de 1933 - Ciudad de México, 10 de mayo de 2014) fue una poetisa mexicana. Residió en en Monterrey, Nuevo León, por largas temporadas. Licenciada en Letras alemanas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y tuvo una Maestría en Letras Mexicanas. Hizo una especialización en el Goethe Institut de Múnich, Alemania. El amor, la vida y el deseo son los temas recurrentes en su obra de escritora. A los dieciséis años (1951) publicó su primer libro; El canto frágil y en 1953 confirma su talento en la obra Pórtico labriego. En 1984 recibió el Premio Xavier Villaurrutia de poesía,3 por su libro La Violencia del otoño y en 1991 la UNAM dio a conocer una selección de su obra poética en una disco de la colección Voz Viva de México. Su obra ha sido incluida en siete antologías de poesía mexicana e internacional.
María Victoria Atencia García (Málaga, 28 de noviembre de 1931), es una poetisa española perteneciente más por edad que por su obra a la Generación del 50. Su obra es una comunión entre clasicismo y modernidad, siendo toda una maestra del verso alejandrino, y admiradora de Rilke, cuya lectura supuso un antes y un después en su escritura.
Emilia Bernal Agüero (Nuevitas, 8 de mayo de 1882 – 1964) fue una poetisa cubana, que también cultivó otros géneros como el ensayo, la traducción y la novela autobiográfica. Nació y se crio en Nuevitas (provincia de Camagüey), donde su madre era maestra. A raíz de la guerra de 1895 la familia emigró brevemente a Santo Domingo, pero pronto regresó a Cuba, donde pasaron a vivir en La Habana. Allí comenzó a darse a conocer colaborando con diversos periódico. Pasó la mayor parte de su vida en el extranjero, viajando por América y Europa. En España, pasó por la Residencia de Estudiantes y viajó hasta Granada donde conoció a Manuel de Falla. Tuvo una relación con el mallorquín Llorenç Villalonga, a quien inspiró obras que reflejaban las diferencias de edad y de formación entre ambos escritores.
Concepción Arenal (Ferrol, 31 de enero de 1820-Vigo, 4 de febrero de 1893) fue una experta en derecho, pensadora, periodista, poetisa y autora dramática española encuadrada en el realismo literario y pionera en el feminismo español. Además, ha sido considerada la precursora del trabajo social en España. Perteneció a la Sociedad de San Vicente de Paul, colaborando activamente desde 1859. Defendió a través de sus publicaciones la labor llevada a cabo por las comunidades religiosas en España. Colaboró en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza. A lo largo de su vida y obra denunció la situación de las cárceles de hombres y mujeres, la miseria en las casas de salud o la mendicidad y la condición de la mujer en el siglo XIX, en la línea de las sufragistas femeninas decimonónicas, y las precursoras del feminismo.
Concha Urquiza (Morelia, Michoacán; 1910 - Ensenada, Baja California; 1945). Fue una poeta mexicana considerada por los intelectuales como la mejor autora de poesía mexicana después de Sor Juana Inés de la Cruz y por Rosario Castellanos como la "piedra angular" del movimiento poético femenino. Fue una ferviente católica, pensadora escéptica y comunista.
Enriqueta Arvelo Larriva (n. Barinitas; 22 de marzo de 1886 - f. Caracas; 10 de diciembre de 1962) fue una poetisa y escritora venezolana. En 1942 pública "Poemas de una Pena", elegía por la muerte de su padre. Desde 1945 vive definitivamente en Caracas, lo cual le permite estar en contacto permanente y fortalecer sus vínculos con distinguidos representantes de la intelectualidad venezolana. En 1949 el Gobierno Nacional decide repatriar los restos de Alfredo Arvelo Larriva, y en esta oportunidad pública una excelente nota biográfica (Alfredo Arvelo Larriva - Noticia de su Vida y su Obra). En 1957 pública "Mandato del Canto" y recibe el Premio Municipal de Poesía.
Margarita Michelena (Pachuca de Soto, Hidalgo, 21 de julio de 1917 - Ciudad de México, 27 de marzo de 1998) fue una poeta, crítica literaria, periodista y traductora mexicana. Fue fundadora del diario "El Cotidiano"; directora de "El Libro y el Pueblo", "Respuesta", "La Cultura en México" y "Cuestión" y editora de "Novedades y Excélsior". También trabajó como guionista para la XEW y como conductora en XEMX Radio Femenina. Se distinguió por una fina sensibilidad y pureza lírica de bien dibujados símbolos poéticos. Figura en antologías de poesía mexicana e hispanoamericana editadas en México, España y Argentina.
Ana Francisca Abarca de Bolea, poetisa y escritora española nacida en Zaragoza (Zaragoza) el 19 de abril de 1602 y fallecida en Casbas (Huesca) hacia 1685. La temática de su poesía tiene en su mayor parte un carácter sacro y popular. En alguno de ellos emplea la lengua aragonesa, uno de los escasos testimonios de literatura con rasgos lingüísticos de aragonés del siglo XVII.
Zoé Valdés (La Habana, 2 de mayo de 1959) es una escritora cubana de poesía, novela y guiones cinematográficos que adquirió la ciudadanía española en 1997. Estudió en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, pero abandonó los estudios antes de terminar (hizo hasta cuarto año); después ingresó en la Facultad de Filología de la Universidad de La Habana, donde estudió hasta segundo año.
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky (Tocopilla, 24 de mayo de 1927-Lima, 23 de agosto de 2011) fue una poetisa, escritora y pintora chilena. Conocida como «la mariposa tallada en fierro», residió en Perú desde inicios de la década de 1950. Su estilo ha sido calificado como onírico y surrealista.
Concha Lagos (pseudónimo de Concepción Gutiérrez Torrero) (Córdoba, 23 de enero de 1907-Madrid, 6 de septiembre de 2007) fue una editora, escritora y miembro de la Real Academia de Córdoba. Está considerada escritora total, por haber publicado tanto poesía como narrativa, teatro y ensayo.
María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra (Coatepec, Veracruz, 19 de enero de 1872 - Ciudad de México, 1968) fue una poeta, cuentista, traductora, pianista, novelista y dramaturga mexicana del siglo xix. Nominada al premio Nobel en 1951. Además de la poesía, cultivó la narrativa. Fue recopiladora y editora de los libros de lectura "Rosas de la infancia" y "Nuevas rosas de la infancia".
Yolanda Bedregal de Cónitzer, (La Paz, 21 de septiembre de 1913 - La Paz, 21 de mayo de 1999, poeta y novelista boliviana, conocida como Yolanda de Bolivia. Hija de Juan Francisco Bedregal, escritor, catedrático y Rector de la Universidad de La Paz, y de Carmen Iturri Alborta,1 realizó sus estudios primarios en una escuela pública y concluyó el bachillerato en el Instituto Americano de La Paz. Realizó estudios superiores en la la Escuela de Bellas Artes, en la ciudad de La Paz, y obtuvo una beca para estudiar estética en la Universidad de Columbia, en Nueva York. A su retorno a Boliviaenseñó en varias instituciones, entre ellas el Conservatorio de Música, la Escuela Superior de Bellas Artes, la Universidad Mayor de San Andrés y la Academia Benavides de Sucre; trabajó en el Consejo Nacional de Cultura y en la Municipalidad de La Paz, de la que fue Oficial Mayor de Cultura. Fue Presidenta y fundadora de la Unión Nacional de Poetas, del Comité de Literatura Infantil y de institutos binacionales, miembro de Número de la Academia Boliviana de la Lengua y de la Academia Argentina de Letras, Secretaria del PEN Club, miembro honorario del Comité Boliviano por la Paz y la Democracia y representante de Bolivia en varios congresos internacionales y fue designada como Embajadora de Bolivia en España. Yolanda Bedregal publicó cerca de 20 libros entre poesía, narrativa y antologías. Realizó la Antología de la Poesía Boliviana para la Universidad de Buenos Aires y para la Enciclopedia Boliviana, de la editorial los Amigos del Libro. Publicó varios artículos y ensayos sobre literatura, arte, pedagogía, religión, mitos, folklore, artesanía aimara y quechua en revistas y periódicos y escribió libros de literatura infantil. El Estado boliviano instituyó, como homenaje a la escritoria, el Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal” el año 2000, que se convoca cada año desde entonces.
Ildefonsa Teodora de la Torre y Rojas (Cuéllar, 4 de abril de 1915 - Cuéllar, 19 de abril de 1993), más conocida como Alfonsa de la Torre, fue una poeta, ensayista y dramaturga española perteneciente a la denominada Generación del 36. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1951 por su obra Oratorio de San Bernardino, uno de sus trabajos más reconocidos. Su obra está caracterizada por un claro misticismo y sobre todo feminismo, corrientes contrarias a la época en que vivió, por lo que ha sido considerada una mujer adelantada a su tiempo. Además de poeta y dramaturga, fue profesora universitaria e investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de varias fundaciones nacionales e internacionales. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1951.
Olvido García Valdés (Santianes de Pravia, Asturias, 2 de diciembre de 1950) es una escritora española, que destaca por su obra poética. Licenciada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo y en Filosofía por la Universidad de Valladolid, es profesora de Lengua Española y Literatura en el Instituto El Greco de Toledo; fue también Directora del Instituto Cervantes de Toulouse (Francia).
Georgina Filomena Herrera Cárdenas (23 de abril de 1936, Jovellanos - 13 de diciembre de 2021, La Habana) fue una poetisa cubana. Nació en Jovellanos, provincia de Matanzas, Cuba. Comenzó a escribir cuando tenía nueve años y cuando tenía 16 se publicaron sus primeros poemas en periódicos habaneros como El País y Diario de la Tarde. Como ha señalado Miriam De Costa-Willis sobre el trabajo de Herrera, “Muchos de sus poemas posteriores capturan el dolor y la soledad de sus años de crecimiento”, durante los cuales soportó la pobreza, un padre ausente y la muerte de su madre cuando tenía 14 años.
Griselda Álvarez Ponce de León (Guadalajara, Jalisco, 5 de abril de 1913 - México, D.F., 26 de marzo de 20091 2 ). Fue una destacada maestra, escritora y política mexicana, que fue la primera mujer electa gobernadora de un estado en la historia de México, en este caso en Colima. Griselda estudió para maestra normalista y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México obtuvo el título de licenciada en letras españolas con la tesis "La inmortalidad en las obras de Jorge Luis Borges" recibiendo mención honorífica.
Carmen Yánez nacida en Santiago en 1952, es una de las poetas chilenas más sobresalientes en la actualidad. Su poesía tiene una dulzura estremecedora que invita a la contemplación y fascina a todo aquel que haya nacido con cierta tendencia instintiva hacia la belleza. Su vida, como la de tantas escritoras legendarias, está llena de dolor, pero no exenta de felicidad. Ella, como Anna Ajmátova, Marina Tsvietáieva o María Teresa de León, vivió en carne propia uno de los episodios más terribles de la historia del siglo XX, razón por la cual debió exiliarse en Suecia desde 1981. En 1997 cambió su residencia a España. En Gijón, Asturias, encontró un paisaje que la fascinó y el regocijo de volver al más puro origen, que para ella, como para todo escritor auténtico, está en el idioma. Aunque había empezado a publicar en revistas desde Suecia no fue sino hasta 1998 cuando apareció su primer libro “Paisaje de Luna Fría”. Muy pronto su poemario fue traducido y editado en Italia. En el 2001 publica “Habitata dalla memoria”. Al año siguiente recibe en España el prestigioso premio de poesía “Nicolás Guillén”. Su más reciente título “Alas del viento”, aparecido en el 2006 fue traducido en Francia por el Atelier de traduction d´espagnol de Saint Malo que Claude Couffon dirige en La Maison des poètes et des écrivains. Ese mismo año se publicó en Italia en edición bilingüe el libro “Tierra de Manzanas”. Desde hace poco más de una década forma parte del consejo de redacción de la revista del Salón del Libro Iberoamericano de Gijón. Y es una de las mejores promotoras de la poesía que haya conocido jamás. Los recitales poéticos que organiza en Gijón todos los años durante el Salón del Libro tienen un éxito absoluto, porque Carmen, además del cuidado que pone en cada detalle, tiene el don de la armonía. En un mundo que aparenta inclinarse cada vez más por lo corriente Carmen Yánez sobresale por ser una mujer extraordinaria. Queridos lectores, los invito a disfrutar los poemas que la misma autora envió para ustedes. No se sorprendan si sienten que en ellos se escucha un crujir de huesos, una ráfaga de lluvia, una ola que vuelve a estallar, porque la vida es una sola y sus palabras suenan claras y precisas en la voz de un verdadero poeta. Referencias http://www.laurenmendinueta.com/carmen-yanez-poeta-chilena/
Ana Inés Bonnin Armstrong poeta puertorriqueña nacida en Ponce en 1902, hija de padre español y madre puertorriqueña. Desde muy pequeña fue llevada a Mallorca y posteriormente a Barcelona, donde cultivó intensamente la música y la pintura, pudiendo decirse que llegó a la poesía escalando esos peldaños para constituirseen una feliz cantadora del milagro de la vida y del amor. Cultivó también el teatro y el ensayo, habiendo sido destacada varias veces por el Instituto de Artes Teatrales de Puerto Rico. Entre sus obras merecen destacarse: * Fuga en 1948 * Poema de las tres voces en 1949 * Luz de blanco en 195 * La calle inédito * Compañeros de ruta Obtuvo los premios "Juan Alcover" en 1963 y el "Ciudad de Palma", editado por el ayuntamientode Mallorca. Referencias http://alma-desnuda.espacioblog.com/post/2007/05/20/ana-ines-bonnin-armstrong
«La poetisa del dolor» «La alondra ciega» "Fue precursora de la poesía intimista femenina y una de las figuras claves del modernismo en Cuba." Mercedes Matamoros es uno de los casos más dolorosos de nuestra historia literaria. Fue una mujer triste, pues la vida poco o nada la retribuyó en el amor y hasta en la belleza, pues, se afirma, era poco agraciada. Suplió estas carencias con su propia obra cargada de energía dramática y concentrada emoción. Perfecta hacedora de sonetos, los suyos quedan como una de las muestras más sobresalientes de la poesía cubana en su momento de transición del romanticismo hacia los primeros atisbos modernistas. En vida le fue difícil alcanzar la gloria y la dicha («en tu pecho anidó, porque en la vida/ gloria y dicha alcanzar fuera locura», expresó Manuel Serafín Pichardo en un momento de su poema «A Mercedes Matamoros», leído después de ser sepultada), pero será recordada siempre, porque fue grande de espíritu y de obra, expresión de una carga de sentimiento acumulado que estuvo siempre, como dijera Lezama Lima, en «la más permanente fascinación».(...) Su vida y su obra Nació Mercedes Matamoros en la hermosa ciudad de Cienfuegos el 13 de marzo de 1851. Las breves noticias biográficas que de la poetisa se han publicado coinciden con el error casi unánime de señalar el año 1858 como aquel en que ocurriera su nacimiento. Error injustificable en sus biógrafos, pero sobre todo en los que, como D. Francisco Calcagno, el laborioso y frecuentemente equivocado autor del «Diccionario Biográfico Cubano», fueron contemporáneos de Mercedes Matamoros... . (...) Aún en el caso de que no existiera la partida de bautismo que damos a conocer al final de este estudio, no podría aceptarse que dicho suceso ocurriera en 1858, a poco que se recorriesen los periódicos en que aparecieron las primeras producciones literarias de Mercedes Matamoros. En efecto, ella dio a la publicidad en 1867 folletines y artículos de costumbres en algunos diarios de La Habana. ¿Cómo habría de escribir esta clase de trabajos una niña de nueve años? La Avellaneda creó a los ocho años un cuento, es verdad, y Heredia de poco más edad una fábula; pero apenas es necesario establecer una comparación entre unos y otros géneros para echar de lado la posibilidad de que Mercedes Matamoros hubiera escrito sus artículos «Un primer baile», «Uno como hay muchos» y «Desvaríos y tonterías» aún no cumplido el primer decenio de su vida. Hoy, con la partida de bautismo de la poetisa ante la vista, podemos corregir definitivamente el repetido lapsus cronológico, autorizado por escritores de la reputación del citado Calcagno, de Chacón y Calvo y otros. Muy joven aún, tendría dieciséis años, empezó a dar a la publicidad sus primeros trabajos. Y, cosa rara, estos primeros escritos no eran en versos, sino en prosa. Eran, como se ha dicho, artículos de costumbres; en los que demuestra, a la par que un espíritu tempranamente inclinado a la reflexión, marcadas dotes para observar y describir. (...) pasa una década sin que Mercedes Matamoros vuelva apenas al escenario de la publicidad. Calló, como era preciso que callaran los poetas de la Isla mientras se escribía con sangre y llanto la epopeya de Yara. Fue un ciclo en que el alma cubana tuvo puestos todos sus entusiasmos, toda su fe, todos sus ideales, en el triunfo de los hermanos que en lucha homérica defendían nuestro derecho a la independencia. Los poetas rehusaban toda pueril aventura lírica y pulsaban la lira de hierro para lanzar sus imprecaciones al enemigo, en la manigua cómplice, entre carga y carga de machete; o para evocar en la tristeza del destierro las delicias sacrificadas al amor de la libertad. En las ciudades cubanas, en tanto, otros componían, bajo la mirada áspera y desdeñosa de los amos de la colonia, poemas en que se evocaban rebeldías bíblicas o se fustigaba la soberbia de extranjeros déspotas, poemas cuya alusión al drama nacional reconocía enseguida el nativo y que servían de alivio y de estímulo al alma revolucionaria en su obligada clausura. (...) Atraviesa la poetisa el apogeo de su gloria. Martí, Varona, Tejera, le prodigan elogios. (...)El último amor de Safo es en opinión general de los críticos la mejor de las obras de Mercedes Matamoros. Lo componen veinte sonetos que consagran a la autora entre los grandes cultivadores de este género poético. Sus versos son fáciles, armoniosos y rotundos. Cada soneto dentro del poema encierra un pensamiento completo y se enlaza con los anteriores y con los siguientes solamente por el estado anímico que representa dentro del proceso de la pasión sentida por la protagonista de la obra. Algunos son primorosas joyas que se diría labradas para lucimiento de antologías si no se supiera que la autora, enemiga del artificio hasta hacer un culto de la expresión primigenia, los escribió con su presente compostura y se negó a introducir en ellos modificaciones de forma que críticos amigos le aconsejaron después de leer por primera vez el poema. (...) Réstanos analizar parte de su labor literaria que, aunque menos valiosa, es necesario tenerla en cuenta si se quiere dar una impresión completa de la obra poética de Mercedes Matamoros. Nos referimos a la poesía patriótica, inspirada por un vehemente amor por Cuba que ella condensó en la contestación que diera a una encuesta hecha por «El Fígaro»: «-¿Si usted no fuera cubana, en dónde quería haber nacido?» «-Si yo no hubiera nacido en Cuba, quisiera haber nacido en Cuba.» Esto en cuanto a su amor por Cuba, que en cuanto a su idea de lo que es la Patria la encontramos definida en una estrofa de la Sensitiva XX: «Bastarán una flor, una armonía, para acordarte de la ausente patria, Ella es tu madre, y por la madre siempre derrama el hombre sus mejores lágrimas.» Fue Mercedes Matamoros uno de los 'poetas de la guerra'. Su alma grande, llena de todos los amores, no podía contemplar impasible la epopeya gloriosa que regaba de sangre los campos de Cuba. Su lira no podía permanecer muda ante los dolores de sus compatriotas, ante las victorias de la Tiranía, ante aquel cuadro de horror que ofrecía la Reconcentración. Y le arrancó notas tristes para cantar a los mártires y sonidos guerreros para cantar a los héroes, y lágrimas amargas para llorar con la familia cubana, y estrofas henchidas de esperanzas en el porvenir de la Patria. Los sonetos de Mercedes Matamoros merecen consideración aparte. En ellos alcanzó su mayor perfección formal. En ellos encajó descripciones y fantasías imperecederas. La Tempestad, escrita después de su primer largo silencio ocasionado por calamidades domésticas, es un lienzo sobrio y viril en que aparece la figura del Primer Almirante en primer plano, frente a la chusma atemorizada ante el gesto sereno con que acoge al par la inclemencia de los hombres y la de los elementos; «Que al bramar de los vientos desatados, entre la sombra que oscurece el día, y al choque de los mástiles lanzados por el vívido rayo al hondo abismo, tranquilo el genio está, porque confía en su inmenso poder, como Dios mismo.» Referencias Cuba Literaria - http://www.cubaliteraria.cu/autor/hortensia_pichardo/mercedes.html Cuba Literaria - http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=14171&idseccion=84
Ninguna escritora más modesta, más deseosa de pasar inadvertida al mundo, que Nieves Xenes (Quivicán, 1859 - La Habana, 1915). Si hoy en día apenas es recordada, a no ser por especialistas, en parte se debe al propio desinterés que la caracterizó. Prueba de ello es que la totalidad de sus poemas fueron publicados post mortem en una edición homenaje que le realizara la Academia de Artes y Letras después de ser editados algunos en las distintas publicaciones periódicas, como La Habana Elegante, El Fígaro, Letras, Cuba y América y La Golondrina, además de álbumes y abanicos de sus contemporáneos, únicos espacios en los que se diera a conocer en vida.
Concha Zardoya nace en la ciudad de Valparaíso (Chile) el 14 de noviembre de 1914, de padres españoles de Navarra y de Cantabria. Cuando cuenta con diecisiete años, la familia se traslada a España, primero en Zaragoza, luego en Barcelona y, finalmente, se instala en Madrid, donde ella inicia sus estudios de Filosofía y Letras, abandonándolos para estudiar un curso de Biblioteconomía en Valencia. La reunión de fonemas y sílabas forman la palabra, que para la poetisa Concha Zardoya es ese dios que nos domina y a quien el poeta sirve, valiéndose del verso libre, corto o largo, de la estrofa rimada y de todos los recursos estilísticos que están a su alcance: símbolos, metáforas, juegos de palabras, parábolas, epítetos, neologismos, encadenamientos, personificaciones...
Emilia Pardo-Bazán y de la Rúa-Figueroa (La Coruña, 16 de septiembre de 1851-Madrid, 12 de mayo de 1921), condesa de Pardo Bazán, fue una novelista, periodista, ensayista, crítica literaria, poetisa, dramaturga, traductora, editora, catedrática y conferenciante española introductora del naturalismo en España. Fue una precursora en sus ideas acerca de los derechos de las mujeres y el feminismo. Reivindicó la instrucción de las mujeres como algo fundamental y dedicó una parte importante de su actuación pública a defenderlo. Entre su obra literaria una de las más conocidas es la novela "Los pazos de Ulloa" (1886).
Carmen Alicia Cadilla Poetisa puertorriqueña, nacida en Arecibo en 1908. Autora de una producción lírica que, por su hondura y brillantez, ha sido traducida a los principales idiomas del mundo, está considerada como una de las grandes voces de la poesía femenina puertorriqueña del siglo XX, junto con Julia de Burgos y Clara Lair. Además, en compañía de estas dos autoras se ha distinguido también por su encendida defensa de la promoción de la mujer en la isla antillana. Alentada desde muy temprana edad por una acusada vocación poética, Carmen Alicia Cadilla se dio a conocer como escritora por medio de unas composiciones primerizas que publicó en la revista Puerto Rico Ilustrado. A partir de entonces, su compromiso con la literatura difundida a través de publicaciones periódicas se mantendría firme a lo largo de toda su andadura literaria, de tal modo que gran parte de su producción lírica habría de quedar diseminada por gran cantidad de periódicos y revistas culturales. Esta vinculación con la prensa periódica se consolidó definitivamente tras los estudios periodísticos que la joven escritora pudo seguir en la vecina isla de Cuba, merced a una beca otorgada por el gobierno de su propio país. Posteriormente -y ya de nuevo en suelo puertorriqueño-, hizo valer esta formación periodística en calidad de directora de la revista Alma Latina, de donde pasó a ejercer las funciones de redactora -gracias a su condición de funcionaria del Departamento de Instrucción Pública- en dos publicaciones dirigidas a los jóvenes lectores antillanos: el rotativo Escuela y la revista Semana. Por aquel entonces ya habían visto la luz sus primeras entregas poéticas, iniciadas por el volumen de versos titulado Los silencios diáfanos (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1931), al que siguieron los poemarios Lo que tú y yo sentimos (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1933) y, al año siguiente, Canciones en flauta blanca (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1934), obra que ya contaba con el respaldo de algunos de los grandes poetas hispanoamericanos contemporáneos, como la chilena Gabriela Mistral, autora del prólogo que lo encabezaba. Aunque un gran número de composiciones líricas de la escritora de Arecibo quedó impreso en los rotativos y revistas ya mencionados en parágrafos anteriores, lo cierto es que Carmen Alicia Cadilla recogió otros muchos poemas propios en sucesivos poemarios que fue dando a la imprenta en forma de libros autónomos; así, el resto de su producción poética se compone de otros títulos como Raíces azules (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1936), Litoral del sueño (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1937), Zafra amarga (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1937), Voz de las islas íntimas (Santo Domingo [República Dominicana]: Editora Montalvo, 1939), Diapasón (Mendoza [Argentina]: Brigadas Líricas, 1939), Ala y ancha (La Habana [Cuba]: Ediciones "La Verónica", 1940), Antología poética (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1941), Alfabeto del sueño: poesía niña (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1956) y Entre el silencio y Dios (San Juan de Puerto Rico: Ediciones Juan Ponce de León, 1966). Además, es autora de un extraordinario poemario inédito, Calendario lírico de Puerto Rico, que en 1964 fue galardonado con el primer premio de poesía en el V Certamen Literario Panamericano. Lógicamente, esta extensa e interesante producción literaria le ha valido a la autora de Arecibo otros muchos honores y reconocimientos, entre los que resulta obligado recordar el primer premio en el Certamen del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos, concedido en la ciudad norteamericana de Nueva York en 1966. Todas estas distinciones contribuyeron a acentuar su presencia en el panorama artístico e intelectual de su país a mediados del siglo XX, donde se destacó como miembro de la Sociedad de Mujeres Periodistas de Puerto Rico y de la Sociedad de Autores Puertorriqueños. A grandes rasgos, en la evolución estilística y temática de Carmen Alicia de Cadilla es fácil señalar una primera y pronunciada influencia de los modelos postmodernistas, que pronto dio paso a la asimilación de las nuevas formas vanguardistas para acabar situándose de lleno en los límites estéticos del movimiento atalayista. Sin embargo, dentro de ese peculiar tono poético, específicamente suyo, que mira siempre hacia su propia intimidad y analiza los pequeños hechos que la rodean (por insignificantes que puedan parecer), Carmen Alicia de Cadilla supo evolucionar personalmente hacia la recuperación de viejas fórmulas románticas todavía aptas para la expresión de ese sentimiento íntimo procedente de su pequeño mundo interior. Entre los temas más representativos de su obra, destacan la alabanza ante la contemplación del mundo, el deseo de alcanzar una vida idealizada y la exploración minuciosa de los sentimientos amorosos. Y en lo tocante a los aspectos formales, tal vez el hecho más significativo radique en la brevedad de que hacen gala casi todas sus composiciones. Referencias www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=cadilla-carmen-alicia