¿A quién doy realidad cuando bajo de noche la escalera y veo al impasible caballero —con su ojo gris de estaño— esperando, acechando?
Pueden fotografiarlas junto a un rosal en un jardín etrusco frente a la columnata del Partenón con sombreros enormes
Hace tiempo te había prometido muc… poemas de amor y –ya ves– no podía… Tú estabas junto a mí y es imposible escribir sobre lo q… Lo que se tiene siempre es poesía.
Di la verdad. Di, al menos, tu verdad. Y después deja que cualquier cosa ocurra: que te rompan la página querida,
Si después que termina el bombarde… andando sobre la hierba que puede… entre las ruinas que en el sombrero de tu Obispo, eres capaz (lo imaginar que no est…
Ahí está nuevamente la miserable h… mirándote con los ojos del perro, lanzándote contra las nuevas fecha… y los nombres. ¡Levántate, miedoso,
Dirán un día: él no tuvo visiones que puedan aña… No poseyó el talento de un profeta… No encontró esfinges que interroga… ni hechiceras que leyeran en la ma…
Mis amigos no deberían exigirme que rechace estos símbolos perplej… que han asaltado mi cultura. (Ellos afirman que es inglesa.) No deberían exigirme
¡Al poeta, despídanlo! Ese no tiene aquí nada que hacer. No entra en el juego. No se entusiasma. No pone en claro su mensaje.
Mi hora vendrá, hará una seña en la escalera y subirá a mi cuarto donde arderá la estufa; si en Londres,
Esta mujer no pinta sus cuadros para que nosotros digamos: “¡Qué c… salen de la cabeza de esta pintora… Ella es una mujer de ojos enormes. Con estos ojos cualquier mujer pod…
Entre marzo y abril está mi mes má… Apretado a tus brazos ascua feliz el más tierno y salvaje te dije:
Cuando los últimos disparos resonaban en el turbio canal, y a través de los vidrios deshecho… se empezaba a borrar el humo negro… miramos, anhelantes,
Él no es el hombre que salta la ba… sintiéndose ya cogido por su tiemp… oculto en el vagón que jadea o que huye entre los terroristas,… hombre del pasaporte cancelado
A los censores Se pasaron la vida diseñando un pa… que recobrase—después de cada ejec… su inocencia perdida. Y apareció el patíbulo,