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Saeta que voladora cruza, arrojada al azar, y que no se sabe dónde temblando se clavará; hoja que del árbol seca
Si al mecer las azules campanillas de tu balcón crees que suspirando pasa el vient… murmurador, sabe que, oculto entre las verdes…
Cuando entre la sombra oscura perdida una voz murmura turbando su triste calma, si en el fondo de mi alma la oigo dulce resonar,
Tu pupila es azul, y cuando ríes su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras
¿Será verdad que, cuando toca el s… con sus dedos de rosa, nuestros oj… de la cárcel que habita huye el es… en vuelo presuroso? ¿Será verdad que, huésped de las n…
Entre el discorde estruendo de la… acarició mi oído, como nota de música lejana, el eco de un suspiro. El eco de un suspiro que conozco,
Alguna vez la encuentro por el mun… y pasa junto a mí; y pasa sonriéndose, y yo digo: —¿Cómo puede reír? Luego asoma a mi labio otra sonris…
Lo que el salvaje que con torpe ma… hace de un tronco a su capricho un… y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma,
En la clave del arco mal seguro, cuyas piedras el tiempo enrojeció, obra del cincel rudo, campeaba el gótico blasón. Penacho de su yelmo de granito,
Primero es un albor trémulo y vago… raya de inquieta luz que corta el… luego chispea y crece y se dilata en ardiente explosión de claridad. La brilladora lumbre es la alegría…
¿De dónde vengo?... El más horrib… de los senderos busca; las huellas de unos pies ensangren… sobre la roca dura; los despojos de un alma hecha jiro…
Cerraron sus ojos, que aun tenía abiertos; taparon su cara con un blanco lienzo, y unos sollozando,
Espíritu sin nombre, indefinible esencia, yo vivo con la vida sin formas de la idea. Yo nado en el vacío,
Llegó la noche y no encontré un as… ¡y tuve sed!... Mis lágrimas bebí; ¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojo… cerré para dormir! ¡Estaba en un desierto! Aunque a…
Tú eras el huracán, y yo la alta torre que desafía su poder. ¡Tenías que estrellarte o que abat… ¡No pudo ser! Tú eras el océano; y yo la enhiest…