#1981 #EscritoresArgentinos #LaCifra
Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la...
Encorvados los hombros, abrumado por su testa de toro, el vacilante Minotauro se arrastra por su erran… laberinto. La espada lo ha alcanza… y lo alcanza otra vez, Quien le di…
Soy leñador. El nombre no importa. La choza en que nací y en la que pronto habré de morir queda al borde del bosque. Del bosque dicen que se alarga hasta el mar que rodea toda la tierra...
La mano de Virgilio se demora sobre una tela con frescura de agu… y entretejidas formas y colores que han traído a su Roma las remot… caravanas del tiempo y de la arena…
En esta fecha para ti futura que no alcanza el augur que la pro… forma del porvenir ve en los plane… ardientes o en las vísceras del to… nada me costaría, hermano y sombra…
En su hierro perdura el hombre fue… hoy polvo de planeta, que en las g… de ásperos mares y arrasadas tierr… lo esgrimió, vano al fin, contra l… Vana también la muerte. Aquí está…
¿Qué soñará el indescifrable futuro? Soñará que Alonso Quijano puede ser don Quijote sin dejar su aldea y sus libros. Soñará que una víspera de Ulises puede ser más pródiga que el poema...
Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores com...
Sin lástima y sin ira el tiempo me… las heroicas espadas. Pobre y tris… a tu patria nostálgica volviste, oh capitán, para morir en ella y con ella. En el mágico desierto
A lo largo de sus generaciones los hombres erigieron la noche. En el principio era ceguera y sueñ… y espinas que laceran el pie desnu… y temor de los lobos.
Ni tiniebla ni caos. La tiniebla requiere ojos que ven, como el sonido y el silencio requi… y el espejo, la forma que lo puebl… Ni el espacio ni el tiempo.
Me darás una ajena inmortalidad, c… Eres ya sombra de mi vida. Atraviesas mis noches con ti segur… La muerte –tempestad oscura e inmó… Alguien recogerá mis pasos y usurp…
Carl Sandburg—acaso el primer poeta de Norteamérica y sin duda el más norteamericano—nació en Galesburg, estado de Illinois, el 6 de enero de 1878. Su padre era un herrero sueco, August...
Tantos años huyendo y esperando y ahora el enemigo estaba en mi casa. Desde la ventana lo vi subir penosamente por el áspero camino del cerro. Se ayudaba con un bastón, con un torpe bas...
¿Qué será Buenos Aires? Es la Plaza de Mayo a la que volv… Es el dédalo creciente de luces qu… Es el paredón de la Recoleta cont… Es un gran árbol de la calle Juní…