#1981 #EscritoresArgentinos #LaCifra
La amistad silenciosa de la luna (cito mal a Virgilio) te acompaña desde aquella perdida hoy en el ti… noche o atardecer en que tus vagos ojos la descifraron para siempre
Lo supieron los arduos alumnos de… los astros y los hombres vuelven c… los átomos fatales repetirán la ur… Afrodita de oro, los tebanos, las… En edades futuras oprimirá el cent…
Cumplida la agonía, ya solo, ya solo y desgarrado y rechazado, se hundió en el sueño. Cuando despertó, lo aguardaban los hábitos cotidianos y los lugares; se dijo que no debía pensar de...
76 El libro es ese instrumento sin el…
La memoria del tiempo está llena de espadas y de naves y de polvo de imperios y de rumor de hexámetros y de altos caballos de guerra
No te habrá de salvar lo que dejar… escrito aquellos que tu miedo impl… no eres los otros y te ves ahora centro del laberinto que tramaron tus pasos. No te salva la agonía
Le cruzaba la cara una cicatriz rencorosa: un arco ceniciento y casi perfecto que de un lado ajaba la sien y del otro el pómulo. Su nombre verdadero no importa; todos en Tacuarembó le d...
Si te cubriste, por deliberada man… si tu voluntad fue rehusar todas l… es inútil que palabras rechazadas… predestinadas a imposibilidad y a… Sólo nos queda entonces
Cuando nos anonada la desdicha, durante un segundo nos salvan las aventuras ínfimas de la atención o de la memoria: el sabor de una fruta, el sabor de…
Soy, pero soy también el otro, el… el otro de mi sangre y de mi nombr… soy un vago señor y soy el hombre que detuvo las lanzas del desierto… Vuelvo a Junín, donde no estuve n…
Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la no… De esta ciudad de libros hizo dueñ…
Lejos de la ciudad, lejos del foro clamoroso y del tiempo, que es mud… Edwards, eterno ya, sueña y avanza a la sombra de árboles de oro. Hoy es mañana y es ayer. No hay u…
Más allá de los símbolos, más allá de la pompa y la ceniza d… más allá de la aberración del gram… que ve en la historia del hidalgo que soñaba ser don Quijote y al fi…
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Se ha publicado en Roma este libro compuesto en francés antiguo por Gabriele d’Annunzio. Dice así el prólogo: “Después de quince años cumplidos, después de la buena guerra sin treguas y...