#EscritoresChilenos
A la azul llama del pino que acompaña mi destierro, busco esta noche tu rostro, palpo mi alma y no lo encuentro. ¿Cómo eras cuando sonreías?
Raza judía, carne de dolores, raza judía, río de amargura: como los cielos y la tierra, dura y crece aún tu selva de clamores. Nunca han dejado orearse tus herid…
Donde estaba su casa sigue como si no hubiera ardido. Habla sólo la lengua de su alma con los que cruzan, ninguna. Cuando dice “pino de Alepo”
Se va de ti mi cuerpo gota a gota. Se va mi cara en un óleo sordo; se van mis manos en azogue suelto; se van mis pies en dos tiempos de… ¡Se te va todo, se nos va todo!
Yo la encontré por mi destino, de pie a mitad de la pradera, gobernadora del que pase, del que le hable y que la vea. Y ella me dijo: “Sube al monte.
Duerme, duerme, dueño mío, sin zozobra, sin temor, aunque no se duerma mi alma, aunque no descanse yo. Duerme, duerme y en la noche
Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos… Y dirías: «No puedo
Hay países que yo recuerdo como recuerdo mis infancias. Son países de mar o río, de pastales, de vegas y aguas. Aldea mía sobre el Ródano,
Tengo la dicha fiel y la dicha perdida: la una como rosa, la otra como espina. De lo que me robaron
—No te entiendo, mama, eso de ir esquivando las casas y buscando con los ojos los pastos o las mallacas. ¿Nunca tuviste jardín
Señor, tú sabes cómo, con encendid… por los seres extraños mi palabra… Vengo ahora a pedirte por uno que… mi vaso de frescura, el panal de m… cal de mis huesos, dulce razón de…
Bajé por espacio y aires y mas aires, descendiendo, sin llamado y con llamada por la fuerza del deseo, y a más que yo caminaba
Yo he llevado una copa de una isla a otra isla sin desper… Si la vertía, una sed traicionaba; por una gota, el don era caduco; perdida toda, el dueño lloraría.
Hay besos que pronuncian por sí so… la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada hay besos que se dan con la memori… Hay besos silenciosos, besos noble…
Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la aren… y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballener… y el ballenero llegó a Gibraltar;