#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
Toma lección del pez o de la piedr… abre el pecho al silencio de María… tu sol desciende, se consuma el dí… tu palabra debajo de la hiedra. La espada, huésped sorda del latid…
Despierto es el embozo de sonrisa que el abanico de una estrella vel… mientras el ojo caricioso cela el paisaje vestido de su brisa. Alegría inefable; alma indivisa
Se apagaron de pronto las campanas… enmudecieron hoscos los balcones y se espantó la luz en brusco vuel… Tendí con la mirada luz sobre los caminos.
Si la raíz se cambia en primavera y en colibrí la rama reflorece es porque el árbol de la cuna mece la sangre iluminada en lo que espe… Si la mano coincide con la esfera
¿Desde dónde la flor busca la pura sonrisa de los cielos? ¿Desde cuán… mira la estrella que la va dorando del antiguo temblor en que fulgura… ¿Desde qué raíz ciega o veta oscur…
Si pregunta por mí, traza en el su… una cruz de silencio y de ceniza sobre el impuro nombre que padezco… Si pregunta por mí, di que me he m… y que me pudro bajo las hormigas.
Déjame tomar asiento En tu preciosa canoa Y poner al cielo proa Navegando por el viento. Muévame el Divino Aliento
Tierno glú—glú de la ele, ele espiral del glú—glú. El glorígloro aletear: palma, clarín, ola, abril... Tierno la—le—li—lo—lú,
Si a mi angustia y pregunta no res… yo sé que soy abeja de tu oído. Dios silencioso, Dios desconocido… ¿por qué si más te busco, más te e… Las olas de los cuándos y los dónd…
¿Cómo te llamas, noche de esta noc… Dime tu nombre. Déjame tu santo y seña para que yo te reconozca siempre
¿Y si llegaras tarde, cuando mi boca tenga sabor seco a cenizas, a tierras amargas? ¿Y si llegaras cuando
Te miro sin dejar de contemplarte copo de sol, espuma conjurada y abro mi corazón de parte a parte para ofrecerte jubilosa entrada. Comprendo que del caos fuera arran…
Del punto claro donde nace el día y la lechosa estrella palidece miro caer las rosas que a porfía el alba pura entre sus dedos mece. La lengua que bañada en armonía
No lloréis más, delfines de la fue… sobre la taza gris de piedra vieja… No mojéis más del musgo la madeja oscura, verdinegra y persistente. Haced de cauda y cauda sonriente
¿De dónde vienes, Señora, Con la ropa tan mojada? ¡Saliste sin ser notada Y regresas con la aurora! Bajo el manto seductora,