#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #Generación98
El casco roído y verdoso del viejo falucho reposa en la arena... La vela tronchada parece que aún sueña en el sol y en el ma…
Oh Soria, cuando miro los frescos… cargados de perfume, y el campo en… abiertos los jazmines, maduros los… azules las montañas y el olivar fl… Guadalquivir corriendo al mar entr…
Es la tierra de Soria árida y frí… Por las colinas y las sierras calv… verdes pradillos, cerros cenicient… la primavera pasa dejando entre las hierbas olorosas
Al fin, una pulmonía mató a don Guido, y están las campanas todo el día doblando por él: ¡din-dan! Murió don Guido, un señor
La venta de Cidones está en la ca… que va de Soria a Burgos. Leonard… que llaman la Ruipérez, es una vie… que aviva el fuego donde borbolla… Ruipérez, el ventero, un viejo dim…
Galerías del alma... ¡El alma niñ… Su clara luz risueña; y la pequeña historia, y la alegría de la vida nueva... ¡Ah, volver a nacer, y andar camin…
Si era toda en tu verso la armonía… ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a… Jardinero de Hesperia, ruiseñor d… corazón asombrado de la música ast… ¿te ha llevado Dionysos de su mano…
center Una larga carretera entre grises peñascales, y alguna humilde pradera donde pacen negros toros. Zarzas,…
Yo escucho los cantos de viejas cadencias que los niños cantan cuando en corro juegan, y vierten en coro
Tus versos me han llegado a este r… regio presente en arcas de rica ta… que guardan, entre ramos de castel… narcisos de Citeres y lirios de J… En tu árbol viejo anida un canto a…
La plaza y los naranjos encendidos con sus frutas redondas y risueñas… Tumulto de pequeños colegiales, que al salir en desorden de la esc… llenan el aire de la plaza en somb…
No es profesor de energía Francisco A. de Icaza, sino de melancolía. De su raza vieja, tiene la palabra corta,
¡Oh, figuras del atrio, más humild… cada día y lejanas: mendigos harapientos sobre marmóreas gradas; miserables ungidos
El poeta es jardinero. En sus jar… corre sutil la brisa con livianos acordes de violines, llanto de ruiseñores, ecos de voz lejana y clara risa
Vosotras, las familiares, inevitables golosas, vosotras, moscas vulgares, me evocáis todas las cosas. ¡Oh, viejas moscas voraces