De otros diluvios
#1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida #EscritoresUruguayos #PoemasDeOtros
A mediados de 1974 explotaban en Buenos Aires diez o doce bombas por noche. De distinto signo, pero explotaban. Despertarse a las dos o las tres de la madrugada con varios estruendos en...
Soñamos juntos juntos despertamos el tiempo hace o deshace mientras tanto no le importan tu sueño
El futuro no es una página en blanco es una fe de erratas.
Lejos quedó el exilio descubierto en ensueños brumosos o cubierto de olvido un jardín más o menos irrisorio del que tomamos cuatro rosas
Qué suerte siempre iguales hermano vos y yo desde aquella alegría
Señor molusco caballero lapa ya sabés en qué malos paso ando conocés mis esquinas y mis fobias mis bares mis amores mi bufanda conocés las puteadas que rezo desp…
Ahora es preciso que me encuentre… a solas con la vida de mi muerte como recién nacido como recién asido a la posibilidad de mi no-ser.
Estás alicaído, estás dudando, no te alcanzan las pruebas ni las… cada Dónde te ofusca, cada Cuándo… Recorres el confort, las estrechec… que quedaron atrás y es razonable
Yo/ fulano de mí/ llevo conmigo tu rostro en cada suerte de la his… Tu cuerpo de mengana es una gloria y por eso al soñar sueño contigo. Luego/ si el sueño acaba te persig…
Todo verdor perecerá dijo la voz de la escritura como siempre implacable pero también es cierto
Cierto, me rodean árboles un tanto… se asoman al paisaje como buscándo… mas yo también me busco y he olvid… desesperadamente mis labios. Vuelvo recién del último silencio
Ya he sacado mis cuentas y no le pago a nadie. Ni al sastre que me hizo estas sol… como alas de palomo
La pena aletea como un fuego fatuo sobre los cementerios y otras verb… es un fantasma de mejillas blancas que se duele de todos y de nadie la pena sueña con amaneceres / llo…
Estuvimos en epidauros veinticinco… y también escuchamos desde las más… el rasgueo del fósforo que allá ab… encendía la guía la misma gordita que entre templo y templete
A esta altura ya nadie me nombra por mi nombre: Octavio. Todos me llaman abuelo. Incluida mi propia hija. Cuando uno tiene, como yo, ochenta y cuatro años, qué más puede pedir. No pido ...