#EscritoresCamagüeyanos #EscritoresCubanos
Toco a la puerta de un romance. —¿No anda por aquí Federico? Un papagayo me contesta: —Ha salido. Toco a una puerta de cristal.
No sé si me olvidarás, ni si es amor este miedo; yo sólo sé que te vas, yo sólo sé que me quedo. (Andrés Eloy Blanco)
Soldado, aprende a tirar: Tú no me vayas a herir, que hay mucho que caminar. ¡Desde abajo has de tirar, si no me quieres herir!
Nuestros sueños se juntan en una m… Se mezclan nuestras sangres en una… Nuestra tierra conoce sus asesinos… alza la voz, enciende su vengativa… une sus tempestades, sus duros río…
Yo no voy a decirte que soy un hom… Entre otras cosas falta saber si es que lo puro exis… O si es, pongamos, necesario. O posible.
¡Oh Camagüey, oh suave comarca de pastores y sombreros! No puedo hablar, pero me gritan la noche, este misterio; no puedo hablar, pero me obligan
Por el Mar de las Antillas (que también Caribe llaman) batida por olas duras y ornada de espumas blandas, bajo el sol que la persigue
Mi prima Vera venía por marzo, en la Primavera. Mi jardín la recibía, al tiempo que le decía: —Bienvenida, prima Vera.
Camina, caminante, sigue; camina y no te pares, sigue. Cuando pase por su casa
Canto para matar a una culebra. ¡Mayombe—bombe—mayombé! ¡Mayombe—bombe—mayombé! ¡Mayombe—bombe—mayombé! La culebra tiene los ojos de vidri…
Chile: una rosa de hierro, fija y ardiente en el pecho de una mujer de ojos negros. right—Tu rosa quiero. (De Antofagasta vengo,
Si es que me quieres matar, no esperes a que me duerma, pues no podré despertar. Muerto, ay, muerto y también dormido,
¿Po qué te pone tan brabo, cuando te dicen negro bembón, si tiene la boca santa, negro bembóm? Bembón así como ere
Tus venas, la raíz de nuestros árb… La raíz de mi árbol, retorcida; La raíz de mi árbol, de tu árbol, De todos nuestros árboles, Bebiendo sangre, húmeda de sangre,
Así como después de la tormenta el guardabosque sale para saber cuál ácana, cuál guayacán, cuál ébano cayó desarraigado por el viento,