A Ribeiro Couto
#EscritoresChilenos
Bajé por espacio y aires y mas aires, descendiendo, sin llamado y con llamada por la fuerza del deseo, y a más que yo caminaba
Volcán de Osorno, David que te hondeas a ti mismo, mayoral en llanada verde, mayoral ancho de tu gentío. Salto que ya va a saltar
Dejaron un pan en la mesa, mitad quemado, mitad blanco, pellizcado encima y abierto en unos migajones de ampo. Me parece nuevo o como no visto,
Ella se me volvió una larga y sombría posada; se me hizo un país en que viví cinco o siete años, país amado a causa de la muerta, odioso a causa de la volteadura de mi alma en una larga...
En tierras blancas de sed partidas de abrasamiento, los Cristos llamados cactus vigilan desde lo eterno. Soledades, soledades,
Me acuerdo de tu rostro que se fij… mujer de saya azul y de tostada fr… que en mi niñez y sobre mi tierra… vi abrir el surco negro en un abri… Alzaba en la taberna, honda, la co…
Isla de Puerto Rico, isla de palmas, apenas cuerpo, apenas, como la Santa, apenas posadura
Yo no he sido tu Pablo absoluto que creyó para nunca descreer, una brasa violenta tendida de la frente con rayo a los pies. Bien le quise el tremendo destino,
Ruth moabita a espigar va a las er… aunque no tiene ni un campo mezqui… Piensa que es Dios dueño de las p… y que ella espiga en un predio div… El sol caldeo su espalda acuchilla…
Madre, cuando sea grande, ¡ay..., qué mozo el que tendrás! Te levantaré en mis brazos, como el zonda al herbazal. O te acostaré en las parvas
Árbol de fiesta, brazos anchos, cascada suelta, frescor vivo a mi espalda despeñados: ¿quién os dijo de pararme y silabear mi nombre?
—A veces, mama, te digo, que me das un miedo loco. ¿Qué es eso, di, que caminas de otra laya que nosotros y, de pronto, ni me oyes
Una niña que es inválida dijo: —«¿Cómo danzo yo?» Le dijimos que pusiera a danzar su corazón... Luego dijo la quebrada:
El viento Norte viene levantándose, ladino, y aunque es más viejo que Abraham, así comienza de fino, y si no se apura el paso,
¡Cristo, hijo de mujer, carne que aquí amamantaron, que se acuerda de una noche, y de un vagido, y de un llanto: recibe a la que dio leche