#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
En el Activo consta lo siguiente un corazón inhábil y porfiado los padres como abrigo corno mundo dos viejas noches de hace treinta…
Es imposible estar seguro pero tal vez sea Dios todo el sile… que queda de los hombres es imposible estar seguro pero acaso Dios sea
A medio metro de mis botas recién… el surco es una secreta y monstruo… hay que considerar que desde mis d… desgraciado yuyo y aun tengo serias dudas sobre ese…
Seguramente nunca habrías escrito: «Un siglo es un instante». Menos aún: «Cien años, qué locura… Eso sí, habrías aporreado el clave… hasta arrancarle la nota que busca…
Claro que ya me voy uno regresa siempre pero entendámonos vuelvo porque me sufro y no porque me encante
Tampoco hay que hacer un mito de l… faja blanquecina dice el larousse debida a multitud innumerable (sic… después de todo es un techo interi… todo lo vistoso que se quiera
Cada vez que alguien muere por supuesto alguien a quien quier… siento que mi padre vuelve a morir será porque cada dolor flamante tiene la marca de un dolor antiguo
En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cuarenta minutos del día quince de mayo del año mil novecientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de co...
Tal vez haya un rigor para encontr… el corazón de rosa rigurosa ya que hablando en rigor no es poc… que tu rigor de rosa no te harte. Rosa que estás aquí o en cualquier…
El 21 de noviembre de 1975, Buenos Aires empezó siendo una mañana fría, soleada, menos húmeda que de costumbre. Como todos los viernes, las calles del centro eran desde temprano u...
No es ninguna molestia explicarle qué pienso del infinito el infinito es sencillamente
Poco a poco se fueron convenciendo de que habían convencido pero el silente dijo no o sea no consiguieron cambiar la imagen
En el silencio universal por compacto que sea siempre se escucha el llanto de un niño en su burbuja.
Mengana si te vas con el zutano yo / tu fulano / no me mataré simplemente los seguiré en la noch… por todos los senderos y las dunas vos gozando tal vez y yo doliéndom…
De pronto comenzaron a llorar las criaturas los perros en el ángelus las vírgenes propensas los ancianos a término