#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros
Amor, amor de aquí: pásame el braz… por la cintura. Amor, toca esta fr… di una frase vulgar, casi inocente… ríe, ríe después... Tengo un retaz… de sol bajo la tela de mi hombro.
Pero jamás me pidas la tristeza gu… (Hay una flor que late y un pájaro… y para no escucharme el alba se de… porque yo sigo siendo la nunca aco… De estar un poco mía y otro poco c…
El mío, el importante, el que me d… perfecto como el jueves o el veran… Este que nunca pierdo, casi herman… lo menos frío, la mayor dulzura. El comparable a un soplo en la cin…
No sé cómo diablos te insulta la a… cómo palpita el tiburón donde te m… Es posible secarse y estar vivo en una célula terribl… Parpadea, camina, fulge,
Éste es mi corazón: el partidario de los días callados y las frutas. Hace sus fiebres raras y absolutas y yo lo pierdo en mí. Soy su sudar… Nadie sabe el misterio que convoca…
Te borraré con una esponja de vina… con un poco de asco. Te borraré con una lágrima importa… o con un gesto de descaro. Te borraré leyendo metafísica,
Cogí un recuerdo para soportar la… pasé la página de mi libreta y escribí: te amo. Pero era para no enseñar a todos m… (Váyanse a la madre que los parió,
Busco una enfermedad que no me aca… sino el dolor constante de la vida… algo para fingir que estoy dormida detrás de este temblor de escarcha… Busco un agua cósmica que lave
Pregunto si llevo corazón cuando despierto el peligro entre… si me equivoca cuando preparo la única trinchera en su garganta.
Seis de la tarde y del oro. La arena como mojada por una blancura alada. ¡Si llego a tocarla, lloro! Alma y nube conversando
Madre mía que estás en una carta y en un regaño antiguo que no encu… quédate para siempre aquí en el ce… de la rosa total que no se aparta. Madre mía que estás tan lejos, har…
Por poderosa sangre voy llamada aun latido constante de temblores. Me quedo en esa huída de las flore… con ese fin de soledad tocada. Y cerca de esto, que parece nada,
Adiós, locura de mis treinta años, besado en julio bajo luna llena al tiempo de la herida y la azucen… Adiós, mi venda de taparme daños. Adiós, mi excusa, mi desorden bell…
Anoche me acosté con un hombre y s… Las constelaciones nada saben del… Sus besos eran balas que yo enseñé… Hubo un paro cardíaco. El joven
Matanzas: bendigo aquí tus malecones mojados, los árboles desterrados del Paseo de Martí y el eco en el Yumurí.