Los versos del Capitán
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Amor, hagamos cuentas. A mi edad no es posible engañar o engañarnos. Fui ladrón de caminos,
Si no fuera porque tus ojos tienen… de día con arcilla, con trabajo, c… y aprisionada tienes la agilidad d… si no fuera porque eres una semana… si no fuera porque eres el momento…
«Vendrás conmigo» —dije—sin que na… dónde y cómo latía mi estado dolor… y para mí no había clavel ni barca… nada sino una herida por el amor a… Repetí: ven conmigo, como si me mu…
Ahora me dejen tranquilo. Ahora se acostumbren sin mí. Yo voy a cerrar los ojos. Y sólo quiero cinco cosas, cinco raíces preferidas.
No estés lejos de mí un solo día,… porque, no sé decirlo, es largo el… y te estaré esperando como en las… cuando en alguna parte se durmiero… No te vayas por una hora porque en…
Para que tú me oigas mis palabras se adelgazan a veces como las huellas de las gaviotas e… Collar, cascabel ebrio
A veces te hundes, caes en tu agujero de silencio, en tu abismo de cólera orgullosa, y apenas puedes volver, aún con jirones
Ah vastedad de pinos, rumor de ola… lento juego de luces, campana soli… crepúsculo cayendo en tus ojos, mu… caracola terrestre, en ti la tierr… En ti los ríos cantan y mi alma en…
Pesada, espesa y rumorosa, en la ventana del castillo la cabellera de la Amada es un lampadario amarillo. —Tus manos blancas en mi boca.
Desnuda eres tan simple como una d… lisa, terrestre, mínima, redonda,… tienes líneas de luna, caminos de… desnuda eres delgada como el trigo… Desnuda eres azul como la noche en…
Desde hace mucho tiempo la tierra… eres compacta como el pan o la mad… eres cuerpo, racimo de segura sust… tienes peso de acacia, de legumbre… Sé que existes no sólo porque tus…
En su llama mortal la luz te envue… Absorta, pálida doliente, así situ… contra las viejas hélices del crep… que en torno a ti da vueltas. Muda, mi amiga,
Ay sí, recuerdo, ay tus ojos cerrados como llenos por dentro de luz negr… todo tu cuerpo como una mano abier… como un racimo blanco de la luna,
Pero olvidé que tus manos satisfac… las raíces, regando rosas enmaraña… hasta que florecieron tus huellas… en la plenaria paz de la naturalez… El azadón y el agua como animales…
No me has hecho sufrir sino esperar. Aquellas horas enmarañadas, llenas de serpientes,