Esta es jna carta escrita por mí, pero desde el sentimiento de y para alguien muy especial, Gisela.
Hubo un día en el que perdí la cuenta de tu partida, no sé bien si fue a los pocos días que usaba la palabra “semanas”, “meses” o “años”, realmente no importa la palabra, el tiempo sigue doliendo mientras no estás. Las personas somos, un mezcla de todos aquellos que conocemos, yo te conocía tan bien que cuando nos dejaste sentí que se fue contigo una parte de mí. Ahora entiendo que aquí sigue, que en mi existen, rasgos de tu paso por el mundo, que soy fiel evidencia de tu existencia, de tu vida, que vives a través de mi, cuando digo tus frases, cuando celebro un gol de tu equipo favorito, que es el mío también. Quien sabe que día sea hoy, pero llueve dentro mío, espero que esta lluvia lave la suciedad del mundo, ese mundo injusto y peligroso del que quisiste prepararnos a pesar de que el peligro te tenía miedo a veces. Llueve y espero que por fin, pueda crecer un jardín dentro mío, del que tome flores para irte a dejar un día. Me pregunto, si estarías orgulloso de mí, si me hubieras defendido del mal de otras personas, son muchos hubieras y cada uno más difícil de pronunciar, hubiera querido tener tiempo para decirte, que te quiero y ahora entiendo que me hizo falta, pero que mis te quieros están cada vez que te recuerdo con cariño, cada que le platico a alguien de ti, cada que hago tus gestos, canto tus canciones, cuento tus historias. Soy todo lo bueno que eras y aunque igual lo malo quizá, no te culpo pues también fue tu primera vez viviendo, gracias a ello, yo tuve la oportunidad de poder hacerlo todavía algo mejor.
Gracias