#1995 #ElAmorLasMujeresYLaVida #EscritoresUruguayos #NociónDePatria
Hay días en que siento una desgana de mí, de ti, de todo lo que insis… y me hallo solidariamente cretino apto para que en mí vacilen los re… y nada me parezca un aceptable aug…
Todo verdor perecerá dijo la voz de la escritura como siempre implacable pero también es cierto
El primero de enero de mil novecientos sesenta y nueve la señora de lot gusana del vedado no resiste el consuelo de la tenta…
Los sueños de la siesta no son los mismos que los de la no… sueño en la noche a veces con tapias / hondonadas las embestidas del pampero
La nación es una manzana una roja invitante manzana y no sabemos quién la moderá la nación es una corneta una ronca gastada corneta
Cuando el no ser queda en suspenso se abre la vida ese paréntesis con un vagido universal de hambre somos hambrientos desde el vamos y lo seremos hasta el vámonos
Cuando uno se enamora las cuadrill… del tiempo hacen escala en el olvi… la desdicha se llena de milagros el miedo se convierte en osadía y la muerte no sale de su cueva
La noche fácil y aparentemente sag… o mejor dicho el abismo de la noch… no es como otros abismos tiene fondo su tálamo de niebla o relente o fa…
Ché banquero gobernante mírá que la historia es terca y está vez sí se te acerca la obligación del espiante andá haciendo el equipaje
Sólo un pájaro negro sobre el pretil cascado una línea de sol en la reja de herrumbre azoteas sin rostro
A la muerte a la muerte a la muert… no importa que el verano nos ataje que las piedras incrédulas nos mir… los sordomudos del amor los milita… de la felicidad nos exorcicen
No es ninguna molestia explicarle qué pienso del infinito el infinito es sencillamente
Tus ojos miran como dos latidos tu corazón no puede con su roca, tu memoria se tapa los oídos. Maldices aunque no muevas la boca, sigues comprando el surco y los ma…
La mujer que tiene los pies hermos… nunca podrá ser fea mansa suele subirle la belleza por tobillos pantorrillas y muslos demorarse en el pubis
Estaba a duras penas comprendiendo y me encontré en la calle como per… los gritos y bocinas se colaban insolentes en mi áspera congoja palpé las cicatrices que dejó tu m…