La calma se posa en las piedras serenas. ellas no tienen esperanzas ni angustioso devenir.
La prisa puede conducir a error es propio de sabios ir a pie, paso a paso,
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
Dá, sin esperar nada a cambio. Ésa es la felicidad plena.
Sacerdotisas llevan en sus castos brazos pequeños cofres y vasos sagrados para honrar y ofrendar
La comitiva de mujeres danzaban y reían al tañir los tambores y un ala de oro se despegaba del sol.
Futuras generaciones construyan su nido en el árbol del porvenir. Las águilas en sus picos
¿Qué te pasa gallito que cantas tan tempranito?
No se apresure, no se apasione. La fortuna bendice a quien sabe esperar.
Del firmamento caen frescos y frágiles copitos de nieve.
He adornado un pequeño altar. Allí arden viejas hojas de laurel aromatizando el ambiente
El sol doraba las altas cimas. Mientras mi corazón se revoluciona… en tumultuosa esperanza.
Marineros de Chile ¡¡Rudos!! como las rocas del mar y ágiles como el ir y venir de las olas.
Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.