#Españoles
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
Mi mujer y mi hija, estas paredes y estos libros, un puñado de amigos que me quieren —y a los que quiero de verdad—,
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
Hace unos minutos que ha recibido la llamada, y desde entonces no ha soltado el… Qué tristes son las lágrimas de un viejo,
No hay nada gratis. Ni siquiera lo que es gratis es gratis de verd… Siempre te lo descuentan
Las primeras tienen su cosa, es cierto. Otra vez con el trago en la mano, uno se siente a gusto de sentirse tan mal, de tener ese cuerpo,
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde