Algo inmenso, inquietante
es la textura de la realidad,
sombra desbordante, ecos de luz,
formas desnudas en las formas,
del eterno adormecer de la materia,
de la nada contra la nada,
la incesante melancolía
deseosa de los cuerpos,
espuma de espíritus
donde atraviesan
el hueco inagotable del tiempo,
la sola presencia
de lo que dibuja al viento,
al encuentro de palabras cosidas,
tesoros imaginarios,
oscuras invenciones de la piel,
solo en el espejo
que se asemeja al amor,
todo se ha perdido
en el beso de la niebla,
flores dispersas salvajes
de la primavera azul,
siento marchitar toda la vida
que me arrastra a la fuente,
agua oscura en la que
para siempre me miré,
adentro lo que se abre
para cerrarse afuera,
hermoso cantar de cisne
en el que solo espero
la luz del silencio.